Libertad, amor y una balada de Mazzy Star

DIRECTORA. Sotomayor se dio a conocer en el cine con su primer largometraje ‘De jueves a domingo’ en 2012. (Foto: www. dafilmfestival.com)
DIRECTORA. Sotomayor se dio a conocer en el cine con su primer largometraje ‘De jueves a domingo’ en 2012. (Foto: www. dafilmfestival.com)
DIRECTORA. Sotomayor se dio a conocer en el cine con su primer largometraje ‘De jueves a domingo’ en 2012. (Foto: www. dafilmfestival.com)
DIRECTORA. Sotomayor se dio a conocer en el cine con su primer largometraje ‘De jueves a domingo’ en 2012. (Foto: www. dafilmfestival.com)

La incertidumbre de un Chile que no se reconoce en los despojos de la dictadura militar –y que mira hacia el futuro con temor y esperanza- es el telón de fondo de ‘Tarde para morir joven’, el tercer largometraje de Dominga Sotomayor.

La película fue lanzada en 2018 en el Festival Internacional de Cine de Locarno, donde Sotomayor recibió el galardón a Mejor Dirección, siendo la primera mujer en obtener este reconocimiento. Este año, volvió a destacar en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, en el Festival du Film de Cabourg y recientemente obtuvo el premio principal en el Festival Latinoamericano de Cine de Quito (Flacq).

Historia
Sotomayor creció en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, que hoy es un oasis en medio del caos urbano de Santiago de Chile. A finales de los ochenta, un grupo de familias decidió desplazarse a las afueras de la ciudad y establecerse con un modo de vida cercano a la naturaleza y menos dependiente de la tecnología y las grandes industrias.

Esos recuerdos de infancia fueron el despegue de ‘Tarde para morir joven’, que narra el drama y las alegrías de niños, adolescentes y adultos que conviven aislados de la sociedad, construyendo con sus propias manos el hogar que no encontraron en ella.

A 30 años del escenario que plantea la trama, el espectador se extraña ante la posibilidad de vivir bien sin celulares, electricidad ni agua potable. En el contexto actual, se vuelve una obra necesaria para replantear el estilo de vida que llevamos como sociedad y considerar uno distinto.

Transiciones
“La película sucede cuando finaliza la dictadura y había toda esta ilusión de que vendrían muchos cambios, sobre todo culturalmente, porque Chile estaba súper cerrado a la creación”, comentó Catalina Marín, montajista de la película, a su paso por la capital como invitada del Flacq.

La misma expectativa está presente en los personajes del film, quienes, así como el país, se encuentran en una especie de transición hacia una nueva etapa. “Son personajes que crecen y eso habla también de la adolescencia de un Chile que estaba adoleciendo, literalmente, con mucho dolor, saliendo de eso y cómo salir de eso, qué hacer con esa nueva libertad”, señaló Omar Zúñiga, productor de la película.

Sofía, Lucas y Clara viven sus historias de verano con el ímpetu y el vértigo de un ave que abre las alas por primera vez, dando aleteos torpes hasta emprender el vuelo. El camino les revela las sutiles variaciones entre el amor, las pasiones efímeras y el apego, así como la imposibilidad de obligar al otro a quedarse.

Con el éxito de los noventas ‘Fade into you’ de Mazzy Star de fondo (uno de los pocos temas en la banda sonora de una película que deja que los personajes y el ambiente sean la música), Sofía, interpretada por el actor transgénero Demian Hernández, se ‘desvanece dentro de sí misma’ en el agua y se lava de la decepción por la madre que nunca llega, el amor que no le corresponde y el hacinamiento en un lugar y una ideología a la que no pertenece.

Producción
El éxito de la película llegó después de siete años de lucha por llevarla a la gran pantalla, entre la falta de apoyo para el financiamiento y los pocos espacios que promueven el cine nacional en Chile. Sotomayor, Zúñiga y Marín trabajan como socios en la productora Cinestación, creada en sus años de universidad. “Omar y Dominga se han convertido en productores más que nada por la necesidad de producirse a sí mismos. Para nosotros es una plataforma para poder hacer lo que nos gusta”, recalcó Marín.

El proyecto pudo concretarse con el apoyo de la productora brasileña RT Features, la cual está enfocada en el cine de autor internacional y trabajó en éxitos como la ganadora del Oscar ‘Call me by your name’. “Ahora la película está en la mejor etapa, que es compartirla con el público”, dijo Zúñiga, y agregó que se ha proyectado en más de 20 festivales internacionales y se estrenará en los cines comerciales de Argentina, Chile, Estados Unidos, Noruega, Brasil y Costa Rica.

Proyectos
Cinestación se encuentra desarrollando la primera fase de su proyecto Centro de Cine y Creación, un espacio en Santiago que abrirá sus puertas a la producción nacional y ofrecerá talleres de cine para diversas edades, comenta Marín:

“La idea es que sea un lugar de encuentro de la industria y para las multi-disciplinas de las artes. Queremos que sea atractivo ir al cine y recuperar el cine de barrio. Es un proyecto que nace de todas las vicisitudes que hemos tenido como productora y con la idea de poder formar audiencias y que el cine chileno sea visto”. La inauguración del Centro Cultural estaría planeada para marzo del próximo año.

Por otra parte, Zúñiga se encuentra en la etapa de post-producción de su primer largometraje, ‘Los Fuertes’, que fue producido por Sotomayor. Actualmente, Cinestación realiza un ‘crowdfunding’ para finalizar la película y estrenarla. Sobre la trama, el director comenta que: “Es una historia de amor muy realista entre Lucas, un chico joven que viaja al sur de Chile a visitar a su hermano en un pueblo remoto, en la costa. En esta visita conoce a Antonio, un pescador que trabaja en la industria local, y tienen un romance muy intenso, que va a tener distintas consecuencias para ambos”.

La película, de tono romántico y emotivo, celebra la fuerza de los personajes para anteponerse a las hostilidades con las que se encuentra su relación. Para colaborar con este proyecto, se puede hacer una donación en www.losfuertes.cl. (AA)

FRASE

Existe toda esta esperanza que pueden traer los nuevos tiempos, y lo mismo en cada personaje: la esperanza de un nuevo romance, de un nuevo estilo de vida”. Catalina Marín, montajista.