La Cámara de Comercio de Quito estima pérdidas significativas porque el sector comercial vende cada hora $18 millones a nivel nacional. Se pide priorizar el suministro de electricidad al sector productivo y autorizar cambios de horarios de trabajo. Los efectos negativos van desde la exportación hasta los restaurantes.
Ante el anuncio de racionamiento de electricidad o apagones, el sector productivo apunta a que tendrá una seria afectación a nivel nacional.
Según un comunicado de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), se estiman pérdidas significativas «considerando que cada hora el sector comercial vende $18 millones a nivel nacional y el último trimestre del año significa el 30% del total de ventas para el sector comercial.
En este sentido, para no perjudicar aún más a un sector productivo que todavía no se recupera del todo del golpe de la pandemia, se piden dos cosas al Gobierno.
En primer lugar, priorizar el suministro de electricidad al sector productivo. En segundo lugar, autorizar los cambios de horarios para que las industrias puedan continuar con su operación.
En los pasados apagones de los noventa del siglo pasado y 2009-2010, las pérdidas del sector productivo fluctuaron entre los $1.500 y $1.800 millones. Ahora, todo apunta a un valor no menor a $2.000 millones.
De acuerdo con la CCQ, los mayores perjudicados serán las Pymes del país, que no tienen el suficiente músculo financiero y operativo para afrontar apagones de 4 horas diarias en la Sierra y Oriente; y de 3 horas diarias en la Costa.
Así, por ejemplo, Mónica Varea, propietaria de la librería Rayuela en Quito, aseguró que está «sumamente preocupada por los apagones» y puntualizó que su librería no está en la capacidad de costear un generador de energía eléctrica.
Esos generadores, dependiendo de su capacidad, están costando entre más de $1.000 y alrededor de $5.000.
Por su parte María Paz Jervis, presidenta ejecutiva de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), lamentó que el país haya llegado a una situación de cortes de energía cuando las condiciones de estiaje ya se preveían.
«No se gestionó ningún plan de contingencia. Estamos ante una crisis energética con alto impacto en toda la ciudadanía, sin excepción. Es inaudito que el anuncio se haga sin planificación y a espaldas del sector productivo», recalcó
Ante este escenario, Jervis dijo que están «trabajando contrarreloj para identificar medidas de contingencia que precautelen la actividad industrial y por ende a las familias ecuatorianas».
Desde la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), se manifiesta «profunda preocupación e inconformidad» porque los apagones tendrán graves efectos en toda la cadena de producción exportadora, particularmente en sectores intensivos en el uso de energía como alimentos y manufacturas.
» La falta de aprovisionamiento regular de energía pone en riesgo la continuidad de la producción y profundiza la brecha de nuestros productos de exportación ante competidores de la región que no enfrentan esta desventaja», dice Fedexpor.
Los exportadores llegan a exigir que las autoridades asuman la responsabilidad de garantizar el servicio de electricidad con «acciones urgentes para reestablecer el fujo permanente al país, priorizando las actividades productivas». (JS)
Grave afectación al sector de los restaurantes
El gremio de restaurantes y de servicio de alimentos y bebidas aseguró que los apagones representan «un riesgo significativo para la inocuidad de nuestros productos y la continuidad de nuestras operaciones».
La industria restaurantera se ve profundamente afectada con consecuencias económicas graves, daños en los equipos, y lo que es aún más importante, » la posibilidad de poner en riesgo la salud de nuestros clientes, debido a la falta de suministro eléctrico»
De acuerdo con los restauranteros, la falta de planificación en los cortes es inaceptable y se esperan medidas concretas «para proteger nuestros intereses y la economía local».
Los apagones son el resultado de la ineficiencia estatal
Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, puntualizó que los apagones son resultado directo de la ineficiencia estatal y los oscuros intereses para mantener ciertos negocios.
«Empezaron los apagones y mientras tanto la central térmica de Termogas Machala (de 230 megavatios de potencia) trabaja al 20% de su capacidad instalada. ¿Por qué? Porque no hay suficiente gas para su operación. ¿Quiénes se opusieron a importar gas?», dijo
LA HORA ya ha analizado que la producción nacional y la importación de gas natural se ha visto torpedeado porque en Ecuador hay un estatus quo clarísimo que trabaja, se esfuerza y beneficia a los importadores de combustibles más contaminantes.
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