El Gobierno pasó de decir que su ley de Competitividad energética era un “cambio radical” para permitir la inversión privada, y evitar apagones, a asegurar que esa normativa no basta y se necesitan cambios adicionales para destrabar la inversión y la autogeneración privada.
Durante su última rueda de prensa desde Cuenca, el ministro de Energía y Minas encargado, Roberto Luque, reconoció que «aproximadamente de los 7.000 megavatios que se generan en el país al sistema interconectado, el sector privado sólo aporta con el 1% o 70 megavatios».
Luque dijo que el sector privado lo único que pide es que lo dejen generar y que cuando ellos generen se va a quitar del sistema interconectado demanda que se podrá usar para el resto de los ciudadanos.
«Entonces es un absurdo que el día de hoy no tengamos normativas que motiven a que los privados puedan generar su propia electricidad e incluso por qué no vendérsela al estado en ciertas ocasiones», puntualizó.
Así, el mismo Gobierno está reconociendo que su segunda ley económica urgente, llamada de Competitividad Energética o «Ley no más apagones«, no constituyó realmente el «cambio radical» que se vendió en su momento para impulsar la inversión y la autogeneración privada de electricidad.
Luque puntualizó hoy el Ecuador le está comprando energía a Colombia mucho más caro que lo que ciertos privados ofrecen o ofrecerían si es que se les deja invertir.
«Entonces normativamente estamos trabajando en los reglamentos de alianzas estratégicas de las empresas públicas como Celec y Cnel. Estas normativas van fomentar el tema de autogeneración de los privados», afirmó.
Durante un reciente desayuno con la prensa, la presidenta de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), Mónica Heller, recalcó que el sector privado está dispuesto al invertir y aportar con autogeneración; pero las restricciones legales vigentes (que no se corrigieron con la «Ley no más apagones del Gobierno») solo permiten hasta 2 megavatios de generación a los privados.
Esos límites, de acuerdo con Heller, han que sea inviable la inversión porque ni siquiera permiten recuperar los costos.
«El Estado ecuatoriano tendrá que decidir abrir el sector energético a la inversión privada, aunque no sea la medida más popular», puntualizó la presidenta de la Cámara de Comercio de Quito.
¿Podrá la llamada “ley no más apagones” evitar nuevos cortes de energía a finales de 2024?
Acelerar Alianzas Público-Privadas para proyectos eléctricos
El pasado 27 de abril de 2024, en medio de los apagones, el Gobierno de Daniel Noboa presentó el primer portafolio de 7 proyectos priorizados para impulsarlos a través de las Alianzas Público-Privadas (APP).
En ese portafolio se incluyeron seis carreteras y el puerto de Esmeraldas; pero, a pesar de que el país está en medio de una crisis eléctrica, no hubo nada referente a proyectos de generación eléctrica.
Trece días después, y en el marco de la visita a la hidroeléctrica Mazar en Cuenca junto al presidente Noboa, el ministro Luque anunció que ahora sí se van a priorizar los proyectos eléctricos.
«Hemos dispuesto que de inmediato el ministerio de energía y minas en máximo una semana presente los perfiles de los proyectos hidroeléctricos Cardenillo y Santiago. Son 2 proyectos que incluso alguno de ellos ya cuenta con estudios definitivos y licencias ambientales», explicó Luque.
En otras palabras, al menos uno de esos proyectos hidroeléctricos está muy avanzando en los previos procesos para sacarlo a concurso; pero sin embargo no se lo incluyó en el primer portafolio priorizado de la Secretaría de Inversiones Púbico Privadas.
«Hay empresas interesadas y hemos dispuesto a la Secretaría de Inversiones Público Privadas que también empiece a buscar estos interesados y que lo considere dentro de sus planes», apuntó Luque.
El ministro de Energía y Minas encargado reconoció, como ya había analizado LA HORA, que no se ha cumplido ni siquiera mínimamente con el Plan Maestro de Electricidad y esto representa parte de las causas de los apagones y la crisis eléctrica.
«Nosotros necesitamos revisar eso para llevarlo a un plan que sea realista. No nos sirve de nada en este país decir en papel que somos unos genios y no nos faltan energía. En papel tenemos un plan de maravilla con colores y que nos dice que no nos pasa nada. Lamentablemente la realidad ustedes la han vivido y saben perfectamente los cortes que hemos tenido», concluyó. (JS)