Analistas coinciden al señalar que el presidente Daniel Noboa ha tomado decisiones que no han permitido esclarecer la política internacional del país, aunque celebraron su presencia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Ecuador volvió a la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, luego de 31 años. Ocasión que fue aprovechada por el presidente Daniel Noboa para viajar a Nueva York y encabezar el diálogo abierto de la instancia sobre el crimen organizado transnacional.
Para muchos la presencia del primer mandatario en el Consejo de Seguridad generó algunas expectativas sobre la oportunidad de presentar y escuchar hacia donde se dirige la política internacional del novel gobierno del Ecuador.
Algunos analistas consideran que la presencia de Noboa, fue un espaldarazo al nuevo representante de Ecuador ante las Naciones Unidas, José Javier De La Gasca, designación que fue criticada en el entorno diplomático por su poca experiencia y conocimiento en las relaciones internacionales.
Los internacionalistas y especialistas Patricio Haro, Esteban Santos y Richard Salazar, hicieron para LA HORA una evaluación al discurso presidencial en el contexto internacional.
Espaldarazo a De La Gasca
El rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales (Iaen), Patricio Haro, indicó que la presencia de mandatarios en este escenario no es común e indica la importancia que el presidente Noboa quiere imprimir a este espacio, “no es una norma, ni una costumbre, normalmente se maneja a través de la Cancillería o el representante ante las Naciones Unidas”.
“La presencia del presidente Noboa, tiene dos lecturas, primero dar un espaldarazo al nuevo embajador De La Gasca ante las Naciones Unidas. Pero también al analizar el discurso del presidente Noboa que fue muy ambiguo, muy amplio, muy general”, apuntó Haro.
El académico recordó que, dentro del testamento político dejado por Henry Kissinger, es importante tener en cuenta que en la política internacional existen dos caminos: “utilizar una estrategia indirecta, o la estrategia directa. El presidente Noboa habría utilizado una estrategia indirecta, es decir, no ir directamente a los conflictos que pueden ocupar las reuniones del Consejo de Seguridad”, precisó.
Para el rector del IAEN, con esta herramienta discursiva Noboa evitó revisar dos conflictos que se encuentran presentes en la agenda del Consejo de Seguridad, “el presidente no mencionó estos conflictos y más bien denuncia ante el mundo la situación que vive la región y el país para librarse del crimen internacional organizado”.
Mejor representación
El abogado y analista internacional, Esteban Santos, llamó la atención sobre la necesidad de mejorar la representación del servicio exterior de Ecuador con personas con mejor y mayor preparación en temas internacional.
Desde su punto de vista, el Gobierno de Daniel Noboa ya ha cometido dos fallas importantes en su política exterior, con el nombramiento de De La Gasca y el envío de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad a Israel.
“Estoy convencido de que debemos tener un mejor servicio exterior, el Ecuador se debería inclinar por personas preparadas”, apuntó. A pesar de ello indicó que la presencia en el seno del Consejo de Seguridad, “es un buen mensaje porque muestra la importancia que le da Ecuador a la construcción de esta agenda”.
Desde su punto de vista, el discurso del presidente Noboa fue general porque existen muchos problemas en la agenda global, “Ecuador lejos de hablar de una agenda concreta. Por un lado, es positivo que vaya a este escenario, y esperamos que esto no se convierta en una oportunidad perdida, pero debemos seguir atentos”.
Vicepresidenta en Israel
A pesar del ruido que ha generado el nombramiento de la vicepresidenta Verónica Abad, en principio como “colaboradora por la Paz” y luego como “Embajadora extraordinaria y plenipotenciaria” de Ecuador ante Israel, Patricio Haro considera que este puede ser un escenario importante.
Haro remarcó que “sí Abad lo hace con una adecuada estrategia y política, le podría beneficiar enormemente en lo personal y en lo político a la vicepresidenta y en lo nacional podría beneficiar al Ecuador con el acercamiento a este socio que buscamos”.
Haro recordó que Israel siempre ha sido un muy buen aliado para el país. “La presencia de la vicepresidenta como embajadora podría facilitar estas relaciones”.
Esteban Santos, comparó la situación de Abad a la de Lenin Moreno, “la está sacando del país para que no haga política”.
Recordó que el tiempo que deberá fungir como Embajadora será muy reducido, pues si el presidente se lanza a la reelección Abad deberá volver al país para asumir la presidencia.
(ILS)
Decisiones erráticas
Richard Salazar Medina, académico e internacionalista, puntualizó que las acciones del presidente Daniel Noboa en materia internacional muestran su poca experiencia.
El gobierno todavía es muy joven, “pero en el corto tiempo de Noboa en el poder, ha demostrado una política errática, no quisiera pecar de injusto en un tiempo tan corto de gestión; sin embargo, hay algunos detalles que demuestran cierta improvisación”.
Coincidió junto con Patricio Haro y Esteban Santos, que la presencia del mandatario en el Consejo de Seguridad muestra la importancia que le da Ecuador a este escenario internacional.
Mientras criticó enviar a la vicepresidenta Verónica Abad a Israel, a un escenario de guerra, “más allá de la polémica, es pintoresco que un país mande a su vicepresidente a una misión en un país que está en guerra”.
“Todos sabemos que hay un problema político. Todos sabemos que el principal opositor del gobierno de Noboa es su vicepresidenta, eso es público”, aseveró Salazar Medina.
Además, existe un enfriamiento en la relación con Corea del Sur, debido a la votación para la Feria Mundial en la que Ecuador se había comprometido a votar por la candidatura de Corea del Sur y el representante de Daniel Noboa finalmente apoyó la candidatura de Riad.
Salazar Medina precisó que esta votación formaba parte del Acuerdo con Corea del Sur.
“Sí no se llega a entrar en vigor el acuerdo, a Corea del Sur le da prácticamente lo mismo, los que salimos perdiendo somos los ecuatorianos. Corea es una economía perfectamente complementaria con la ecuatoriana”.