Los dirigentes barriales exigen ser recibidos por el alcalde, Santiago Guarderas, para exponer su posición sobre el tema.
Mirian Malquín señala, desde un puente, un hueco en medio del bosque. “Ahí se puede ver que sí están talando árboles”, dice la dirigente del colectivo ‘Barrios Unidos por el Buen Vivir’ que, desde el año 2015, pide que se anule la licencia de construcción del cenizario Urkipamba, en las laderas del Pichincha.
Son 10 barrios los que conforman la parroquia Belisario Quevedo, donde se ubica el proyecto de construcción, cuya licencia ambiental fue anulada en junio de 2021 (durante la administración de Jorge Yunda). Pero la licencia fue admitida de nuevo en diciembre del mismo año (durante la administración de Santiago Guarderas).
Malquin aclaró que ha existido confusión señalando que el aluvión de La Comuna y La Gasca fue por el proyecto Urkupamba. “No, no tiene que ver. Pero nos podría pasar”, dice la dirigente barrial que señala que ya existe represamiento de agua. “Si La Comuna fue lo que fue, no me imagino aquí”, dice.
Lo que exige el colectivo es que Santiago Guarderas los atienda y escuche sus argumentos para dar de baja la licencia. Por ejemplo, un informe de la Secretaría de Ambiente que delimita la zona como protegida “porque esto es una faja de protección ecológica”, comenta la moradora.
«No ha ocurrido la tala»
Desde Urkupamba se ha detallado que no ha existido tala de árboles pues el proyecto aún “está en papeles”.
La asambleísta Marcela Holguín, quien ha acompañado desde hace varios años a los moradores, cuestionó que tras lo sucedido en La Comuna y La Gasca, Guarderas -a su juicio- “ha sido enfático en defender a este proyecto Urkupamba. ¿Por qué?”, cuestionó.
A las 16:00 de este 4 de febrero de 2022 harán un plantón en la avenida occidental (centro-norte de Quito); además han mostrado un pedido del 27 de enero de 2022, al Ministerio del Ambiente, del que no han obtenido respuesta.
En un comunicado del 1 de febrero de 2022, la empresa Urkupamba dijo que una de las principales metas del proyecto será “la recuperación del bosque andino de la ladera norte de la quebrada Rumipamba”.
Pero los vecinos insisten en que la deforestación no permitirá contener las fuertes lluvias de Quito. Agregan que sí ha existido tala de árboles, pero que se realiza por las noches. (AVV)
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