La prevención del suicidio inicia por hablar del tema

Los adultos deben dejar de minimizar los problemas de los niños y adolescentes y actuar para evitar que su depresión los lleve a atentar en su contra.
COMUNICACION. Estar atentos a las señales y no cerrar la oportunidad a la comunicación es importante para prevenir las muertes por esta causa. Foto: Referencial

Este 10 de septiembre se conmemora el Día de la Prevención del Suicidio. En Ecuador la ciudad con mayor índice de suicidios es Quito, sólo en el año 2022 unas 198 personas se quitaron la vida en la capital. Para la Organización Mundial de la Salud es un problema global de salud pública

Este domingo 10 de septiembre se conmemora el día Mundial de la Prevención del Suicidio, una realidad que está presente en todo el mundo y que es catalogado como un problema global de la Salud Pública por la OMS, siendo en Ecuador la segunda causa de muerte en menores de 17 años y la cuarta en jóvenes de 18 a 29 años.

Para la psicóloga y docente de la Universidad de las Américas, Natalia Vizcaíno, es importante que la sociedad pueda hablar con mayor libertad sobre el suicidio, pues de esta forma se abre la oportunidad de prevenir las muertes por esta causa.

“Es importante darle un nombre, darle un día a la prevención del suicidio ya que es una realidad que se vive en todos los países y de la que casi nadie habla, de la que no nos atrevemos a hablar, al contrario de lo que mucha gente cree el hablar del suicidio es comenzar a prevenirlo”, explicó Vizcaíno.

La especialista reiteró que es importante la comunicación para poder prevenir y detectar a las personas que podrían estar viendo al suicidio como una opción para solucionar sus problemas.

Cabe destacar, que en Ecuador la ciudad con mayor índice de suicidios es Quito, sólo en el año 2022 unas 198 personas se quitaron la vida en la capital.

Un suicidio cada 40 segundos

Según las estadísticas de la OMS, durante el año 2020, se registraron 1.4 millones de muertes por suicidio, lo que equivalente a un suicidio cada 40 segundos. Además, a nivel global, es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, y la primera causa de muerte entre las niñas de 15 a 19 años.

Esta realidad es la que ha impulsado a la OMS a establecer esta fecha como un mecanismo para multiplicar el mensaje de prevención. Para que la sociedad pueda tomar conciencia de una realidad que se encuentra en las familias, en las escuelas, colegios y lugares de trabajo.

“Es bien importante que tenga un nombre, que sea visible y que los colegios puedan hacer campañas para que los ciudadanos sepan lo que está pasando. Es una oportunidad para no quedarnos callados”, remarcó la Vizcaíno.

La Magister en Psicología de la Intervención Social indicó que en muchas ocasiones existe la estigmatización en las familias que han tenido que enfrentarse a esta realidad, “con esta fecha estamos tocando las puertas de esas familias para decirle, no solamente te pasa a ti, es mucho más de lo que creemos y en ese sentido el 10 de septiembre es bastante importante”, precisó.

Hablar del suicidio es ayudar a su prevención

Al contrario de la creencia popular que trata de mantener en silencio los casos de suicidio en los grupos familiares, la comunicación puede convertirse en una oportunidad para prevenir y evitar que las personas que están sopesando esta idea.

“Hablar de la muerte, no es algo de lo que queremos hablar y conscientes de esta situación la OMS y muchos organismos internacionales le han dado importancia a la comunicación”, apuntó.

La docente de la UDLA recordó que en muchas ocasiones en las familias y grupos se tiende a hacer silencio y evitar hablar cuando una persona manifiesta sus ganas de morir, “nos cerramos al diálogo y cerramos la oportunidad de ayudar a alguien que puede estar pasándola mal o teniendo la idea de terminar con su vida”, advirtió.

Natalia Vizcaíno comentó que, sí bien es cierto que una persona que tiene este tipo de pensamientos suicidas debe ser atendido por profesionales de la psicología para recibir ayuda, “usualmente, la primera persona que atiende esto no es un profesional de la salud mental, muchas veces es un amigo, un vecino, un hermano o una mamá, que al no tener las herramientas, cerramos la comunicación e impedimos dar una solución o una respuesta a la persona que ha estado pensando en esto”.

El escuchar y hablar con una persona que tiene pensamientos suicidas, es una forma de permitir que “drene sus sufrimientos, pueda verlo de otra forma y pueda buscar opciones y no reafirme su pensamiento de acabar con su vida”.

Signos para prevenir el suicidio

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “la mayoría de los suicidios son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual como hablar sobre querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más para los demás”.

También deben observarse otras señales como: “sentirse vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón para vivir; sentirse extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira; con un dolor insoportable, ya sea emocional o físico”.

Otros aspectos que deben llamar la atención son los cambios en el comportamiento: “como hacer un plan o investigar formas de morir; alejarse de los amigos, decir adiós, regalar artículos importantes o hacer un testamento; hacer cosas muy arriesgadas como conducir con una rapidez extrema; mostrar cambios de humor extremos; comer o dormir demasiado o muy poco; consumir drogas o alcohol con más frecuencia, pueden ser signos de advertencia del suicidio”, advierte la OPS.

Por su parte, Natalia Vizcaíno, relató que los signos del suicidio deben ser observados a través de muchas variables, “hay varias señales de alerta, unas son verbales, otras de comportamiento o físicas, también, de acuerdo a la edad”.

En los adolescentes puede ser muy común cortes en los brazos y en las piernas, escriben cartas, bajas de rendimiento en el colegio, cambios de amigos o más bien pasar a estar aislados, pueden ser señales de alerta, hay que estar atentos a esas señales”, apuntó.

La psicóloga recomendó que, ante estas señales “lo que tenemos que hacer es abrir el diálogo, entender lo que está tratando de decir esa persona, que es lo que está tratando de decir o hacer esa persona para que eso podamos brindarle ayuda”.

Precisó que la mejor alternativa siempre debe ser buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. (ILS)

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