Parque Bicentenario: los vestigios del aeropuerto se entrelazan con la diversión de sus visitantes

De la laguna del Parque Bicentenario esta sucia y sale espuma blanca.

El Parque Bicentenario de Quito experimentó, desde hace una década, una transformación significativa desde su pasado como antiguo aeropuerto. Su laguna requiere una intervención.

Hace más de una década, el Parque Bicentenario, situado al norte de Quito, se erigía como el antiguo aeropuerto de la ciudad. Sin embargo, el cambio de la mano del exalcalde Paco Moncayo marcó el inicio de una nueva era para este espacio emblemático.

Recientemente, durante una visita, exploramos el estado actual de este pulmón verde que ha sido testigo de cambios significativos en la última década. Lo que encontramos fue una amalgama de contrastes que reflejan la historia y la evolución de este lugar icónico.

Los vestigios de su pasado como terminal aérea aún se dejan ver, pero ahora, en lugar de aviones, el Parque Bicentenario alberga risas de niños y el bullicio de quienes buscan escapar del trajín diario.

Los juegos infantiles, con el tiempo, han sufrido el desgaste, pero en la zona cercana a la estación de Bomberos y a lo largo de la calle Amazonas, instalaron otros juegos nuevos. Estos espacios se han convertido en refugios para las familias quiteñas que acuden los fines de semana en busca de momentos de esparcimiento.

Las canchas deportivas, por otro lado, nos cuentan una historia diferente. El descuido se refleja en la oxidación de los aros de baloncesto y en el abandono de las instalaciones. A pesar de ello, el compromiso de los ciudadanos con el deporte persiste, y las pistas de ciclismo son especialmente populares durante los fines de semana.

A esto se suma la laguna que se encuentra detrás de la Cruz del Papa, donde se visualiza agua sucia, y una espuma blanca en el borde de la misma. Hay que reconocer que personal de la Epmmop se encuentra recorriendo el parque evitando que los visitantes causen algún daño, como por ejemplo a los arboles de Guaba, los cuales ya estaban dando frutos, pero las personas, inconscientes, se subían o golpeaban los arboles buscando las frutas.

El Parque de Mascotas, en marcado contraste, se presenta como un oasis en medio de este escenario. Las pistas de obstáculos mejoradas y las áreas de recreación para las mascotas son testimonio del esfuerzo por mantener ciertos espacios en óptimas condiciones.

Bicentenario es una de las cinco zonas clave

Recordamos las palabras del alcalde Pabel Muñoz, quien en una reciente entrevista aseguró que se considera el área del Bicentenario como una de las cinco zonas clave en su plan para atraer a las personas de vuelta a vivir en estos sectores, buscando impulsar el crecimiento económico. Junto con Quitumbe, Calderón, Mariscal y el Centro Histórico, el Bicentenario es un componente vital en la visión de revitalización urbana del alcalde.

El parque también se enmarca dentro de un ambicioso plan de rehabilitación de parques en toda la ciudad. La construcción de bordillos, la reubicación de juegos infantiles, la renovación de áreas deportivas y la mejora general de la infraestructura están en las cartas. Pintura fresca decorará muros y áreas recreativas, mientras que las canchas deportivas recibirán la atención que merecen. Las aceras desgastadas serán restauradas, y el adoquinado de las caminerías será un testimonio más de la transformación planificada. (EC)

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