Oliver Stone otorga reconocimiento a cineasta ecuatoriano Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico

Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico (i), presidente de Fundación Identidad Nacional; Oliver Stone (d), director de cine y ganador de múltiples Premios Óscar.

El cineasta y explorador Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico, presidente de la Fundación Identidad Nacional (FIN), ha sido recientemente reconocido con el prestigioso premio del Millenium Festival, de mano del director Oliver Stone. El ecuatoriano emprendió un proyecto para rodar cinco películas que muestran la riqueza de la biodiversidad del Ecuador.

Desde hace 10 años, Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodónico, presidente de la Fundación Identidad Nacional (FIN), emprendió un proyecto para rodar cinco películas que muestran la riqueza de la biodiversidad del Ecuador. Las filmaciones fusionan la grandeza de Hollywood con el talento ecuatoriano.

En el camino por convertir a Ecuador en un escenario filmográfico, el cineasta y explorador ecuatoriano recibió el premio del Millenium Festival, de mano del director Oliver Stone. ‘

Este Festival está ligado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que premia a las iniciativas de impacto social y ambiental.

La trayectoria de Stone, marcada por una exploración sin censura de los dilemas actuales y la naturaleza humana, encontró eco en la labor del presidente de la FIN, quien a través de su trabajo impulsa un cambio significativo alineado con los ideales de desarrollo sostenible y equidad social.

Durante el festival, Stone destacó la expansión del alcance de este evento a Ecuador, subrayando el papel crucial y prometedor de Luis Felipe: “Sé que eres un luchador por nuestro mundo. Te deseo la mejor de las suertes y creo que este reconocimiento será el primero de varios en el camino hacia tu destino”. Estas palabras subrayaron el impacto significativo de Luis Felipe en fomentar la conciencia ambiental y la acción global mediante el cine.

Ecuador, un fenómeno estético

El proyecto cinematográfico de Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodónico busca fomentar la inversión y el turismo a través de producciones audiovisuales que muestran al país en cinco universos:

1  El Parque Nacional Llanganates.

2  Las cordilleras de la Sierra.

3  El Parque Nacional Yasuní.

4 El parque Nacional Galápagos (para esta película las se grabó en lugares a donde nunca antes han ingresado cámaras).

5  El Trópico (podría ser Guayaquil).

El objetivo es estrenar las cinco películas en 2026. La producción está al 80%, pues solo queda por filmar la quinta producción, cuyo costo es de $60 millones y que contará con la participación de actores y productores de Hollywood. “Estamos hablando con el agente de Ana de Armas, Andy García y más”, menciona Fernández-Salvador y Campodónico.

Para este film ya cuentan con la mitad del presupuesto, todo se ha realizado mediante inversionistas privados e internacionales. El gestor del proyecto deja las puertas abiertas para quienes estén interesados en invertir en esta película.

 

‘Ecuador, un fenómeno estético’ la campaña cinematográfica que sueña con recaudar $1 billón para el país

 

Más allá del arte

Esta campaña tiene un fin que va más allá del arte que representa el cine. Encontrar la identidad de Ecuador –dice Fernández-Salvador y Campodónico– le va a permitir ser una potencia económica, reconocida como el centro de la biodiversidad mundial.

“Lo que buscamos con estas cinco películas es enamorar al mundo del Ecuador (…) y cuando salgan las cinco películas en todos los cines del mundo se espera obtener para el país una retribución publicitaria, sin costo, equivalente a 1 billón de dólares”, destaca el hombre que ha dedicado su vida al ámbito empresarial, pero también a la exploración y la investigación antropológica.

Fernández-Salvador y Campodónico señala que después de la economía, la identidad de un país es base para su progreso.

Impacto a largo plazo

Estos 10 años de rodaje y de explorar Ecuador han dejado gratas experiencias en la vida de Fernández-Salvador y Campodónico, quien recuerda que para una de las películas grabaron en Píllaro (Tungurahua) y fue interesante ver cómo los miembros de las comunidades indígenas que trabajan junto a gente de Hollywood “empezaron a aprender e interesarse en las cámaras”.

Tras concluir el rodaje, Fernández-Salvador y Campodónico supo que estas personas  de las comunidades fueron a trabajar en producciones de Chile y hasta en Asia.

Tiempo después, gracias a estas grabaciones, Píllaro inauguró un cine. (AVV)