Ríos Ónzole y Cayapas se desbordan desafiando el inicio de clases

Las fuertes precipitaciones y los ríos desbordados han puesto a prueba la resiliencia de las comunidades del norte y sur de Esmeraldas, dificultando el esperado retorno a las aulas. A pesar de los obstáculos, la determinación de estudiantes, docentes y autoridades locales ha prevalecido, demostrando que la educación sigue siendo una prioridad inquebrantable.


En el cantón Eloy Alfaro, ubicado en el norte de Esmeraldas, los ríos Ónzole y Cayapas han desbordado sus cauces, inundando viviendas, fincas y calles con agua estancada y lodo. Esta situación ha dificultado la movilidad de padres y alumnos hacia los establecimientos educativos, obstaculizando el inicio del año escolar. Residentes de la comunidad Luz del Carmen, relatan cómo sus hijos y sobrinos se vieron privados de asistir a clases debido a la pérdida de sus uniformes en las inundaciones. Situaciones similares se repitieron en otras localidades afectadas por la crecida del río Cayapa, como El Edén, Pichiyacu Negro, Pichiyacu Chachi, Herradura, Cayapa, Chibatillo, Naranjito, Playa Grande Chachi y Playa Grande Negro.

Una travesía acuática hacia el conocimiento

En estas zonas rurales, donde residen poblaciones afroesmeraldeñas y de la nacionalidad chachi, el transporte fluvial se ha convertido en un aliado indispensable para acceder a la educación. Canoas, embarcaciones con motores fuera de borda y balsas de caña y madera son los medios utilizados por los estudiantes para cruzar los ríos y llegar a sus planteles. Nixon Quiñonez, ex presidente de la parroquia rural Anchayacu, describió cómo los propios alumnos deben remar y movilizar a sus compañeros en estas embarcaciones improvisadas. Además, enfrentan el desafío de caminar por senderos lodosos y anegados, requiriendo el uso de botas plásticas para protegerse.

Sur de Esmeraldas

La situación no fue diferente en Muisne, ubicada en el sur de la provincia. Allí, los padres de familia expresaron su preocupación por el uso de tarabitas o tableros improvisados para cruzar los ríos, ya que el puente sobre el río San Francisco se derrumbó hace más de un año debido a las crecidas. A pesar de los obstáculos, las autoridades educativas y gubernamentales se han comprometido a garantizar el acceso a la educación. El gobernador Javier Buitrón, junto con representantes del Municipio de Eloy Alfaro y del Ministerio de Educación, inauguraron el ciclo escolar en uno de los planteles de la zona, entregando pupitres y reforzando la importancia de la preparación ante situaciones de emergencia.

Protocolos de prevención y respuesta

Pilar Carrera, directora distrital de Educación, reveló que, en colaboración con la Secretaría de Gestión de Riesgo (SGR), se han establecido protocolos de prevención y respuesta en caso de inundaciones. Estos esfuerzos buscan garantizar la seguridad de los 163.813 estudiantes y 8.516 docentes que asisten a los 866 establecimientos educativos de Esmeraldas e Imbabura durante este año escolar 2024. A pesar de los desafíos impuestos por las lluvias torrenciales y las crecidas de los ríos, la comunidad educativa de Esmeraldas ha demostrado su determinación y resiliencia. Desde los estudiantes que reman sus propias embarcaciones hasta los docentes y autoridades que trabajan incansablemente para garantizar un entorno seguro y propicio para el aprendizaje, cada esfuerzo cuenta en la construcción de un futuro más prometedor.(JNG)