Las cifras muestran la verdadera realidad de los venezolanos y los delitos en Ecuador

ÉXODO. Más de 7 millones de venezolanos han abandonado su país en la última década.
ÉXODO. Más de 7 millones de venezolanos han abandonado su país en la última década.

El número de extranjeros en cárceles es un indicador para confirmar o no que la migración aumenta la criminalidad. Ecuador vive una cuarta ola de xenofobia, con acciones contra los derechos humanos, como el desalojo forzado de migrantes, en Pelileo.

¿Son los extranjeros los que más crímenes cometen en Ecuador? La pregunta, por sí misma, ya lleva una carga de xenofobia pues, según el consultorio ético de la Fundación Gabo, enfatizar y resaltar los delitos que comete una nacionalidad que sea el inmigrante en un país, no tiene ningún valor informativo. “No hay ninguna raza, nacionalidad o etnia que sea asimilable per se con la naturaleza delictual”.

Sin embargo, existe una necesidad por contestar esta pregunta puesto que en Ecuador se vive “una cuarta ola de xenofobia contra los migrantes, dice Daniel Regalado, presidente de la asociación Venezuela en Ecuador. “Primero fue contra los cubanos, luego los colombianos, luego haitianos y ahora nosotros, los venezolanos, que estamos en el ojo de toda la región”.

Detenciones y encarcelamiento

Según el censo penitenciario, de entre los más de 30.000 presos que hay en las cárceles ecuatorianas, solo 3.245 son extranjeros. La población de otras nacionalidades con más detenciones es la colombiana, seguida de la venezolana y la peruana.

 En el caso de los venezolanos, quienes son los que han vivido – en la última década– una salida masiva de su país hacia otros, como Ecuador, las cifras detallan que menos del 1% ha sido detenido por cometer algún delito.

Jefferson Díaz, periodista venezonalo en Ecuador, y Betzabeth Jaramillo, politóloga y activista por los Derechos Humanos, recopilaron datos con los que concluyen que “la migración venezolana no trajo ni aumentó la delincuencia en Ecuador”.

 A escala regional la estadística es similar. En Perú, país que ha expulsado a migrantes en situación irregular, desde noviembre de 2023, la presidenta Dina Boluarte afirmó que el aumento de la delincuencia es producto de la migración. El portal EFE verifica demostró lo contrario.

Un informe del Instituto Nacional Penitenciario de Perú (2023) detalla que el 96% de los presos son ciudadanos peruanos, mientras que el otro 4% corresponde a extranjeros.

Entre los privados de libertad hay 2.464 venezolanos, lo que representa alrededor del 2,7% del total de los prisioneros, según cifras oficiales.

 Marchas contra extranjeros y la inacción del Gobierno

Regalado reconoce la existencia de compatriotas que cometan actos ilegales; sin embargo, dice que generalizar a toda una nacionalidad es “un problema cultural”. “Al delincuente se lo debe nombrar por su nombre y apellido y no por su país de origen”, señala.

Para él, existe una falta de acción gubernamental que impide frenar las actitudes xenofóbicas en Ecuador. “Se tiene que trabajar en mensajes a favor de los derechos del migrante desde las escuelas, colegios, universidades y lugares de trabajo”, recomienda.

Solo de esa forma se pueden evitar actos como los cometidos en Pelileo (provincia de Tungurahua), donde se dio un ultimátum de desalojo a migrantes y donde se amenaza a quienes arrienden sus viviendas a extranjeros.

“Algunos salieron y regresaron a Venezuela. Otros están ahí, encerrados, en el tiempo que se cumple su mes de arriendo, esperando que no les pase nada”, agrega Regalado.

Carla Méndez, psicóloga, dice que ante el aumento de la violencia, la delincuencia y la inacción estatal, “la gente busca desesperadamente culpables. Lo que – a manera de placebo– les hace creer que hay control de una situación, como por ejemplo, la delincuencia. Sin embargo, no se dan cuenta que al generar discursos de odio, solo alimentan la violencia que tanto reprochan”.

La xenofobia es delito

El artículo 176 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece la discriminación como un delito de discriminación. Por eso existe sanción para quien propague, practique o incite a toda distinción, restricción, exclusión o preferencia en razón de nacionalidad, etnia, lugar de nacimiento ó condición migratoria será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. (AVV)

Así se puede evitar un delito de odio

  • Abstenerse de hacer comentarios de odio.
  • No compartir ni transmitir discursos de odio.
  • Detectar información falsa sobre todo la propaganda que incita al odio.
  • Ayudar a crear conciencia sobre el discurso y los actos de odio a través de la educación.
  • Intentar cambiar los mensajes de odio por mensajes positivos que difundan el respeto, la igualdad y la verdad.
  • Tomar una posición pública a favor de las personas que han sido afectadas por los actos de odio y a extender su solidaridad.
  • En caso de ser testigo de mensajes o actos de odio, denunciarlos a través de los canales adecuados y disponibles.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Todo extranjero puede acudir a la Fiscalía General del Estado para denunciar un delito de odio.