La av. Simón Bolívar tiene problemas en el pavimento, de curvas y estructuras. Estos y otros factores inciden en los siniestros de tránsito, según las autoridades.
El estado de la avenida ‘periférica’ Simón Bolívar, ubicada al oriente de Quito y construida en 1995, ha sido motivo de preocupación en los últimos tiempos, debido al crecimiento y evolución de la ciudad.
El ingeniero Pablo Ramón, especialista en infraestructura vial y transporte, explicó a LA HORA que en aquel entonces, las velocidades de diseño y las condiciones de tráfico eran muy diferentes a las actuales, lo que ha llevado a un incremento significativo en la necesidad de repotenciar la vía.
Según Ramón, el diseño inicial de la carretera se basó en velocidades de tráfico más bajas, lo que ya es insuficiente para la cantidad de vehículos que a diario circulan por ella.
Además, indica que el pavimento actual presenta deficiencias, lo que requiere la implementación de asfaltos especiales para evitar daños en los vehículos.
Ramón dice que la situación se agrava por la presencia de curvas peligrosas en varios puntos, ya que a estas les falta una inclinación que hace que estas sean más seguras.
También menciona la falta de intercambiadores y puentes en zonas críticas como la de la Universidad Internacional, el Colegio Americano, el Colegio Anderson y el Liceo Campo Verde, así como otros colegios que tienen acceso directo a la vía sin las debidas medidas de seguridad.
Para abordar estos problemas plantea la necesidad de repotenciar la Simón Bolívar, justamente con mejoras en las curvas, pavimentos, intercambiadores y puentes.
Sugiere la posibilidad de que un inversor privado se involucre en el proyecto, lo que permitiría corregir las debilidades de esta arteria vial.
Ramón estima que esta avenida tiene al menos siete puntos críticos con curvas peligrosas, lo que la convierte en un punto de alta siniestralidad. Estos puntos son:
- Intercambiador de Zámbiza,
- Intercambiador de Carapungo,
- Ingreso a la Universidad Internacional
- Tramo entre Universidad Internacional y entrada a San Juan,
- Bajada y subida al puente de lo Guapulo,
- Colegios Campo Verde, Anderson, Johanes Kepler que tiene acceso directo y no deberían tener
Además, estos accidentes también hacen que la ciudad colapse. También destaca la importancia de tomar medidas para mejorar la seguridad y tranquilidad de los usuarios de la vía que enfrentan un riesgo diario de sufrir percances.
Tecnología y siniestralidad
Para Guillermo Abad, Presidente Justicia Vial, oenegé especializada en Movilidad y Seguridad Vial, en la vía Simón Bolívar, se presentan desafíos que requieren una atención urgente.
Pero lo que la hace aún más crítica, según el especialista, es que es una vía de alta velocidad y que carece de radares que permitan diferenciar entre vehículos pesados y ligeros.
Para él, si bien hay ciertos tramos que son particularmente peligrosos, la solución podría estar en una señalización adecuada y un control de velocidad con tecnología avanzada que permita diferenciar entre vehículos pesados y ligeros.
Según Abad, el problema va más allá de la infraestructura, pues el 96% de los incidentes se atribuyen al factor humano, ya sea como conductor, peatón, ciclista o pasajero.
Por lo tanto, indica que es imperativo enfocarse en la educación y capacitación de las personas, además de implementar dispositivos tecnológicos como radares y señalización efectiva.
La solución a la alta siniestralidad en la vía Simón Bolívar, según Abad, es multifactorial e implica capacitación, mejor señalización y control de velocidad, entre otras acciones. (EC)
Una vía en ‘emergencia’
El concejal Wilson Merino ha enfatizado la necesidad de abordar la creciente siniestralidad en la Av. Simón Bolívar, que ha cobrado la vida de 24 personas en lo que va de 2023, y en el 2022, de enero a septiembre fueron 29 fallecidos en esta vía.
Merino aboga por declarar una «emergencia vial» y una «urgencia de salud pública» en esta carretera, que ha ganado tristemente el apodo de «la vía de la muerte«.
Merino considera que esta declaración permitiría asignar recursos para implementar medidas de seguridad, como patrullas exclusivas, restricciones de velocidad y la instalación de radares.
También se enfoca en la importancia de campañas de concienciación y educación para los conductores.
El concejal hace hincapié en que esta vía fue diseñada para velocidades de 40 km/h, pero al ser considerada periférica, la norma permite que los automotores circulen a una velocidad máxima de 90km/h.
Merino apoya la iniciativa del Alcalde de concesionar esta vía, pero señala que eso tomará tiempo y que es necesario tomar medidas inmediatas.
Este 17 de octubre, en la sesión del Consejo Municipal, Merino presentará este punto en el debate, con la esperanza de que se tomen medidas concretas para abordar la siniestralidad en esta avenida.
De 90.000 a 100.000 vehículos circulan por la Av. Simón Bolívar. 40% son vehículos de carga pesada.
58 kilómetros tiene la avenida Simón Bolívar, incluyendo la prolongación hacia la Av. Manuel Córdova Galarza.