Siete de cada diez personas están desempleadas o en la informalidad. La crisis redujo los ingresos del 60% de las familias.
Uno de los principales retos del nuevo Gobierno es reconstruir el tejido laboral y productivo. Siete de cada diez ecuatorianos, dentro de la Población Económicamente Activa (PEA), están desempleados o en la informalidad.
La crisis produjo que los ingresos cayeran en el 60% de los hogares y que se hayan perdido más de $30.000 millones en ventas para la economía.
Además, ahora 5,7 millones de personas están viviendo con menos de $84,05 mensuales y cada vez se sumarán más si no hay un verdadero cambio de rumbo.
Creación de una reforma tributaria integral
En este contexto, Guillermo Lasso tendrá que concretar su plan de provocar un ‘shock’ de consumo e inversión para evitar un ambiente de crispación y descontento social creciente.
El inicio de la ruta hacia la reactivación estará directamente relacionado con una reforma tributaria integral. Pablo Villegas, abogado asociado en Solines & Asociados, explicó que esa reforma se debe dar en dos fases:
- Se tiene que concretar la oferta de reducción de impuestos distorsivos e incentivos, con el objetivo de que se muevan las industrias y los negocios,
- Solo después de que se comiencen a ver señales de mejora, se podría pensar en aumento de ciertos tributos y de la base de contribuyentes.
Reforma laboral, otra meta a cumplir
Asimismo, con el apoyo de la mayor cantidad de sectores políticos, sociales y gremiales, otra de las grandes metas es una reforma laboral, que flexibilice, pero que no precarice el empleo.
Ricardo Rosero, desempleado de 28 años, comentó que la situación es compleja para que todo, otra vez, se quede en promesas. “Hay cada vez más jóvenes que se quedan sin oportunidades. Se debe facilitar la contratación, pero también el emprendimiento. Sin trabajo no hay futuro”. (JS)