Ecuador y Colombia han creado una tenaza antinarco y contra la minería ilegal

FRONTERA. Alexander Levoyer (con boina roja), comanda la Fuerza de Tarea de Conjunta en Esmeraldas desde junio de 2022.
FRONTERA. Alexander Levoyer (con boina roja), comanda la Fuerza de Tarea de Conjunta en Esmeraldas desde junio de 2022.

La intervención de las FF.AA de Ecuador en la zona norte se divide en tres ejes: operaciones con Colombia, apoyo a la Policía contra delincuencia y respaldo a las instituciones del Estado.

Las operaciones coordinadas y planificadas que las Fuerzas Armadas de Ecuador y Colombia ejecutan en la frontera empiezan a cerrar las puertas a la embestida del narcotráfico y a las actividades de minería ilegal.

Las reuniones entre los Ejércitos de ambos países para planear acciones que neutralicen, limiten y obstruyan los pasos ilegales en la frontera terrestre empezaron en noviembre de 2022, cuando se pidió ejecutar operaciones planificadas. En la frontera existen al menos quince pasos ilegales y esteros “donde se esconden los narcotraficantes”.

Desde febrero de 2023 se realizan operaciones ‘Espejo’. En “áreas de interés”. Así, de un lado de la frontera trabajan las fuerzas militares de Colombia, y del otro lado las de Ecuador. Con esta estrategia se busca bloquear a los grupos ilegales, no solo el paso de la droga por tierra con la interceptación de fuerzas especiales, sino por la frontera aérea y marítima, con buques y corbetas.

“Con estas operaciones coordinadas, ambos ejércitos trabajamos y eso ha permitido los buenos resultados”, reveló el general Alexander Levoyer, jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta acantonada en Esmeraldas.

Fuerzas concentradas

Levoyer asegura que el despliegue territorial le permite al Ecuador contar con unidades militares en todas las provincias y en algunos destacamentos en la frontera con Colombia.

No pasa lo mismo con Colombia que por los problemas que ha tenido con la guerrilla por más de 60 años, sus fuerzas están concentradas en cuarteles o bases en ciudades distantes. Esto impide que las Fuerzas Armadas de Colombia puedan controlar ampliamente y con rapidez sus fronteras.

A raíz de los acuerdos de noviembre de 2022, sin embargo, los batallones tácticos de ambos países coordinan todos los días las operaciones de seguridad en la frontera vía teléfono o radio, y cada semana, el comandante de la Fuerza de Tarea se reúne con su par colombiano para regular las operaciones. Por ejemplo, se evalúa el resultado de las acciones, y se intercambia información de Inteligencia.

Levoyer atribuye el trabajo de seguridad que se coordina con Colombia a los altos índices de delincuencia que se desatan en las ciudades. Son grupos que ya no tienen donde incorporar insumos, ni lugares por donde sacar la droga. “Ellos necesitan vender su producto, y por eso se producen las grandes batallas, disputas y peleas en las calles de Colombia, Ecuador y Perú por dominar los corredores de movilidad”.

El oficial garantiza que no existe una sola hectárea de plantaciones de coca en el Ecuador; no hay laboratorios de procesamiento, ni hay cultivos.

En cambio, las fuerzas de Colombia han hallado gran cantidad de explosivos, combustible, laboratorios, cuatro sumergibles, etc.

Factores de riesgo

La ubicación estratégica de Esmeraldas le lleva a enfrentar distintos factores o amenazas de riesgo: delincuencia común, delincuencia organizada, minería ilegal-criminal, delitos en el mar, tráfico de combustible, transporte de droga, armas, municiones y explosivos, y la presencia de los grupos ilegales de Colombia como disidentes de la guerrilla, y la corrupción.  Estos factores que azotan la provincia han obligado a las Fuerzas Armadas a una mayor intervención.

A raíz de las inundaciones, los militares ejecutan, además, operaciones de seguridad en las unidades educativas que funcionan como albergues temporales. (SC)

Ecuador está en medio de dos países en donde hay gran producción de droga.
Las Fuerzas Armadas de Ecuador preparan operaciones similares en la frontera con Perú, donde se evidencia el problema del paso y contrabando de armas.
32 bandas delincuenciales fueron desarticuladas y 12 líderes fueron capturados en el primer año de operación de la Fuerza de Tarea.