Aunque solo siete escuelas de la capital están cerca de cárceles, son más las que siguen sin abrir sus aulas. Esto pese a que desde la segunda semana de enero no se registran atentados.
En Quito, según datos del Ministerio de Educación, hay siete escuelas en los alrededores de una cárcel. Este es uno de los parámetros por lo que – desde el 9 de enero de 2024– se han mantenido en clases no presenciales.
Pero estas no son las únicas instituciones educativas que no han retornado a las aulas y se mantienen en la virtualidad. En total son 50.
El Ministerio de Educación detalla que, en la capital, de 1.476 instituciones educativas, 1.426 ya volvieron a la presencialidad, lo que representa un 98,5%.
Ana María Calderón es madre de una niña de nueve años cuya escuela queda en Chillogallo, cerca de la cárcel de mujeres. Para ella resulta complejo que su hija no vaya a clases, pues la menor pasa todo el tiempo sola en la casa.
“Un día me llamó llorando porque hubo un corte de luz y mi hija se sentía mal por no poder entrar a clases. Yo no puedo pedir permiso en el trabajo y mis hermanas, que a veces me ayudan, estudian”, dice la madre.
La hija de Calderón es parte de los 174.131 estudiantes que no han regresado a clases presenciales desde el 9 de enero, a escala nacional.
¿Reubicar escuelas?
El Gobierno Nacional no ha adelantado una intención de declarar a Quito en una semaforización distinta a la roja. Esto significa que el nivel de peligro – dentro del conflicto armado interno– es alto, por lo que se mantienen medidas como el toque de queda.
Bajo este contexto surgen preguntas como, ¿qué se puede hacer por las escuelas en zonas de riesgo?, ¿cabe una reubicación?
Daniel Calderón, ministro de Educación, señala que para precautelar la apertura de las escuelas se disminuyó el radio de la ubicación de las escuelas de 2 a 1 kilómetro.
También dijo que el tener escuelas cerca a centros penitenciarios, “tiene que ver con la planificación urbana”. Además, si bien hay un debate sobre mover estos centros a otros lados o mover las escuelas, agregó que “en principio una reubicación está sujeta a criterios mucho más amplio, que el que nosotros podemos manejar”.
El funcionario considera que las políticas públicas deben garantizar que el espacio, indistintamente donde esté una escuela, sea seguro. También agregó que “hay otros criterios socio-pedagógicos, que consisten en la sobre estigmatización que puede tener una institución por el lugar en que esté ubicada, Tampoco buscamos eso”.
Si bien, el Ministerio enfatiza en que la virtualidad no es el único recurso educativo, pues hay fichas pedagógicas y visitas domiciliarias, la pandemia demostró que desde las casas los aprendizajes no son iguales. Además, existen limitantes de acceso. Por ejemplo, ChildFund señala que en Ecuador 2 de cada 3 niños y adolescentes no tiene una computadora con conexión a internet. (AVV)
Criterios utilizados para mantener instituciones educativas en la virtualidad
- Territorios priorizados por el Ministerio del Interior – Policía Nacional: Indicadores de violencia y delincuencia (Áreas con problemas críticos y áreas con problemas crónicos).
- Cercanía a los Centros de Privados de Libertad y sus diferentes categorías con 1 km de distancia.
- Análisis contextual territorial llevado a cabo por el personal técnico zonal del Ministerio de Educación, sobre la base de las condiciones de seguridad de cada distrito.
2 de cada 3 niños y adolescentes no tiene una computadora con conexión a internet, según ChildFund.
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