‘El sistema de salud necesita optimizar los recursos’

Especialista. Miguel Crespo tiene 14 certificaciones internacionales de programas de formación académica en emergencias. También es representante del Colectivo Reacción.
Especialista. Miguel Crespo tiene 14 certificaciones internacionales de programas de formación académica en emergencias. También es representante del Colectivo Reacción.

Miguel Crespo

Especialista en Emergencias. Magíster en Gerencia en instituciones de salud. Catedrático Universitario en UNIANDES y UTE. Diplomado en Docencia Universitaria y Emergencias.

TESTIMONIO

“En Ecuador existe una brecha de salud muy importante. La OMS dice que un país debe tener 23 médicos por cada diez mil habitantes. Nosotros tenemos alrededor de cinco.

El sistema de salud necesita optimizar los recursos. Integrar una historia clínica de la red pública ―esto es IESS, Ministerio de Salud Pública, ISSPOL e ISSFA― y conocer las realidades epidemiológicas de cada población.

Por dar un ejemplo, citando a Quito, en homenaje al Bicentenario: es diferente las atenciones médicas en el sur, en el centro y en el norte de Quito, donde los hospitales públicos reciben a un grupo importante de afroecuatorianos que tienden a enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, infarto de miocardio.

Por eso es importante programar las realidades epidemiológicas. En este caso, sabríamos cómo distribuir de manera más eficiente medicamentos como anticoagulantes entre las diferentes zonas de la Capital.

En política pública también es fundamental participar, de forma continua, con el primer nivel de atención para evitar la congestión. En Ecuador, preferimos gastar en curación y no en prevención. Esto sale más caro.

Necesitamos hablar de salud desde una conducta integradora. Si a nuestros niños no les damos dietas saludables tendremos adultos jóvenes enfermos, que pueden traer complicaciones y el Estado gastará más en curación.

Citemos de nuevo a Quito, que tiene una alta mortalidad por eventos cerebro vasculares, hipertensión, diabetes y enfermedades respiratorias. Si el paciente no tiene facilidad para hacerse controles y no se le brinda la medicina adecuada, esto se vuelve un círculo vicioso porque ese paciente irá directamente a emergencias, que demanda más gasto al Estado en enfermeras, médicos especialistas, cuidados, alimentación y, más que nada, en manejar las complicaciones de algo que se pudo prever

Digamos que ese evento causa daños irreversibles y el paciente queda discapacitado. Primero, deja de ser una persona económicamente activa. Además, el Estado tendrá que darle medicamentos para evitar otro evento cerebro vascular, quizá, durante toda su vida. Un médico especialista lo debería chequear, mínimo, una vez al mes. Y, si este paciente se complica con cosas que dice la literatura, ¿cuánto representa, al final, al Estado tratarlo?

Con la prevención se pueden disminuir todos estos gastos. Insisto, curar sale más caro que prevenir”. (GVL)