Paco Moncayo
Doctor en Ciencias Internacionales. Exdiputado nacional por la Izquierda Democrática. Fue alcalde de Quito en dos períodos consecutivos (2000-2008)
“Es decepcionante ver la situación en la que se encuentra Quito. Yo dejé la Alcaldía en 2009. La capital era el séptimo destino turístico del mundo con un Centro Histórico maravilloso, recuperado, iluminado. Hicimos el Aeropuerto, el Teleférico. Quito era una ciudad vibrante, una ciudad en movimiento.
Ahora estamos enredados en un proyecto que nunca debió haberse hecho, porque ningún plan técnico recomendaba el Metro. Además, nos cayó la pandemia y Quito se hundió entre el desempleo, la pobreza, la pobreza extrema.
Quito es una ciudad sin liderazgo.
Pero, bueno, hay que seguir y buscar soluciones. Para mi hay una primordial, por la que se debe empezar…
Quitos son muchos Quitos. Yo vivo en el Valle de Los Chillos. Y lo que pasa aquí es muy diferente a lo que sucede en Calderón o en Quitumbe. Quito ya no es un cantón.
En 2009 les dejé aprobado, en primer debate, el Estatuto Autonómico de Quito para que sea un Distrito. Un distrito de verdad. Actualmente no lo es.
El propio COOTAD dice que tenemos que hacer eso. ¿Por qué no se ha seguido ese plan, fruto de una planificación estratégica prospectiva de largo plazo?
Es importantísimo aprobar ese estatuto que permita que todos los aspectos municipales se resuelvan en alcaldías menores, tomando como base las zonas administrativas que ya existen.
Esto significa que en el Valle de Tumbaco ―que a veces hasta quieren hacerse cantón aparte y que no les serviría tanto como tener su propia Alcaldía― pueda resolver sus problemas municipales. Esto es, mantenimiento de las calles, del espacio público, tratamiento de los desechos de manera autónoma.
Y, por supuesto, el Distrito, mantendría los temas comunes para todas las alcaldías menores. Porque a nadie se le ocurriría que cada Municipio tenga su propia empresa de agua potable, por ejemplo.
Los presupuestos en este tipo de ciudades tendrían una doble vía, porque sería injusto que el barrio de los ricos tenga todo y el barrio de los pobres no tenga nada. Entonces, habría un sistema de redistribución de la riqueza en el territorio de manera que todo el distrito tenga recursos.
El Gobierno Distrital con todos los alcaldes menores tendrían que constituir un Consejo del Presupuesto.
En Quito ya existe el Presupuesto Participativo, es decir, la capital ya tenía avanzadas muchas cosas. Era una de las mejores ciudades de América. Hay que retomar ese ritmo, nada más”.