“El buen empresario no es el que gana mucha plata y es muy rico”: Roque Sevilla

Roque Sevilla, economísta, empresario y exalcalde de Quito.
Roque Sevilla, economísta, empresario y exalcalde de Quito.

Sevilla considera que si existen formas disruptivas y efectivas de generar empleo. Además, asegura que cada vez hay más empresarios dispuestos a unirse por el país.

Roque Sevilla, economista, empresario (Grupo Futuro), ambientalista y exalcalde de Quito, durante una entrevista con LA HORA, explicó que sí hay formas disruptivas y novedosas de generar empleo en el país.

Además, enfatizó que existen empresarios dispuestos a aunar esfuerzos para invertir y cambiar la situación del país. La agricultura y el cuidado del ambiente deben ser pilares de un Ecuador diferente.

P ¿Cómo se puede generar empleo y destrabar el mercado laboral en Ecuador, sobre todo en la ruralidad?

Existe opciones disruptivas para crear empleo en el país. Le voy a dar dos o tres ejemplos de lo que se puede hacer de manera inmediata. Son consejos que por cierto tuve la oportunidad de darle directamente al señor Presidente (Noboa) hace pocos días que estuvimos un grupo empresarios con él.

El primero tiene que ver con los sectores rurales más pobre. Ahí hay una posibilidad que aprendí cuando fui alcalde de Quito y no tenía un centavo partido por la mitad.

Logré concretar 5.240 proyectos utilizando el concepto de la minga. Se puede contratar y pagar a las mismas comunidades beneficiarias para que hagan los arreglos o al menos el empedrado de carreteras secundarias o la construcción de canales de riego.

Con esto se solucionan dos problemas: el acceso que requieren las comunidades para para poder estar conectados con los mercados de abastecimiento y de provisión de productos agrícolas; y la oportunidad de trabajo inmediato con bajísima inversión relativa.

En vez de dar los contratos a los grandes empresarios, dele a la comunidad junto con asistencia técnica.

La segunda posibilidad está vinculada al cambio climático y la protección de las cuencas hidrográficas.

Solo hay dos países que realmente tienen abundante cantidad de páramos: Ecuador y Colombia.

 El páramo tiene una característica muy especial y es que la paja fija el carbono en el suelo. Mientras los bosques de la Amazonía absorben cinco toneladas de carbono por hectárea, el páramo absorbe 50 toneladas por hectárea.

Entonces el proteger esos ecosistemas, y sobre todo las cuencas de hidrográficas que están relacionadas con los páramos, producen un doble efecto: absorben carbono y proveen de agua.

Para pagar a las comunidades para que conserven los páramos se podría establecer una pequeñísima tasa (yo lo hice cuando fui alcalde a través de Fonagua) de un centavo por cada metro cúbico de consumo de agua en la ciudad.

Los usuarios casi ni lo van a sentir porque, si consume 30 metros cúbicos al mes, se pagaría 30 centavos más.

También se podría cobrar a las hidroeléctricas por cada metro cúbico de agua que utilicen.

Todo el dinero va a un fondo fiduciario desde donde se paga a las comunidades para que trabajen como guardianes de los páramos y del agua.

La tercera posibilidad es la cantidad de dinero que podrían recibir las comunidades a través del mercado de carbono. Póngale 10 dólares por la tonelada; si son 50 toneladas por hectárea, se puede recibir 500 dólares al año por hectárea.

Una comunidad con 1.000 hectáreas podría generar ingresos de $400.000 al año, ya restando costos de vigilancia, control. Ese dinero se puede invertir en cuidar el páramo, sustituir los cultivos por otros que no dañen el ecosistema, hacer invernaderos e incluso educar mejor a la gente.

P ¿Y en las ciudades que tipo de medidas disruptivas se puede implementar para generar empleo?

En las ciudades, los municipios podrían invertir mucho más en microempresas.  Por ejemplo, se podrían impulsar las microempresas de recolección con clasificación de basura, sobre todo en los barrios donde no se tiene recolección eficiente.

Con eso, mejoramos sustancialmente el manejo de los desechos sólidos para que no todo vaya al relleno sanitario; sino que una gran parte se recicle y otra gran parte se utilice.

P ¿Se puede hacer algo para aprovechar el potencial agrícola del país y generar más empleo para que los jóvenes no migren?

Debemos aprovechar la ventaja comparativa que tiene el Ecuador; pero lamentablemente estamos haciendo muy poco.

Se debe impulsar la agricultura de alta tecnología, a través de una alianza entre empresarios y comunidades.

Un ejemplo es la producción de arándanos. Acabo de visitar una plantación nuestra y, mientras que en Chile se cultiva los arándanos a los 18 meses, aquí se producen en seis meses.

Podemos producir 30 toneladas por hectárea mientras que en Chile y Perú se producen 18.

El asunto es hacer una gran alianza. Buscar armar entre los empresarios un gran centro de acopio y de exportación; y hacer una instrucción a los campesinos y darles el financiamiento para que puedan tener invernaderos y producir. Eso demanda gran cantidad de mano de obra.

Tenemos que hacer un esfuerzo para que el campesino quiera quedarse y tenga mejor calidad de vida.

Debemos pensar fuera de la caja y se pueden conseguir cosas extraordinarias. La mayor oportunidad de empleo en el país está en la agricultura de alta tecnología; no cultivando papas o maíz porque sería regresar al inicio de la colonia.

P ¿Es posible que los empresarios se unan, concreten iniciativas que generen empleo y rompan con el perjuicio de que son explotadores y solo les interesa ganar mucho dinero?

Yo creo que sí se pueden hacer cosas en conjunto y que desde la pandemia las cosas han cambiado bastante. Por ejemplo, Isabel Noboa hace cuatro años invitó a los empresarios a impulsar un proyecto que se llama ‘Unidos por la educación’.

Hoy en día somos 102 empresas que nos hemos juntado, sin ningún beneficio directo ni publicidad, y hemos hecho ya 220 escuelas rurales en acuerdo con el ministerio de Educación.

Está comenzando este movimiento a nivel empresarial y cada vez es más fuerte, en que ya el buen empresario no es el que gana mucha plata y que es muy rico, sino el que realmente cuida de una cantidad cosas: socio, cliente, empleado, proveedor, ciudadanía, medio ambiente y el Estado

Hay que pagar los impuestos cuando se refiere el Estado; hay que proteger el ambiente; hay que darle buen trato, respeto y oportunidades de desarrollo al empleado; hay que pagarle oportunamente; hay que dar el mejor producto posible al cliente.

Buen empresario no es el que tiene chorro de plata y está en la lista de los más ricos. Eso ya no tiene importancia.

P ¿Considera que la no aprobación del contrato por horas fue un golpe para la generación de empleo en Ecuador?

Le voy a decir lo que yo pienso, aunque no les guste a muchos de mis colegas empresarios. No estoy de acuerdo con ese tipo de fórmulas o modalidades.

Si bien dicen que los actuales empleados iban a seguir con el modelo actual de contratación, los nuevos se habrían podido contratar por hora.

Si usted fuera empresario, y quiere desarrollar un negocio, entonces lo que haría es contar a todos por hora.

Esto hubiera llevado no a una precarización del trabajo; pero se habría afectado a muchos.

Eso no quiere decir que no esté consciente que para en ciertos casos y actividades si puede ser conveniente el sistema de pago por hora, por ejemplo, un estudiante que tiene cuatro o seis horas libres para poder ir a trabajar en una cafetería y ganar un dinero.

Sin embargo, yo creo que más bien el Ecuador tiene que trabajar en buscar compensar el costo que puede tener la contratación normal.

P ¿Cómo se puede compensar el costo de la contratación laboral en Ecuador?

Primero se debe apostar a generar eficiencia mediante el aprovechamiento de la ventaja comparativa que tiene Ecuador con la agricultura.

Por el otro lado, yo sí estoy de acuerdo en que hay que eliminar algunas tonteras de la ley que data de 1938.

Por ejemplo, está la doble jubilación. Si ya se tiene una jubilación por el IESS, la segunda jubilación (patronal) resulta ser innecesaria.

También se debería ser un poco más flexible y hacer menos costosa la posibilidad de contratar y desvincular a la gente; que haya mayor fluidez.

 Si alguien sale de mi empresa, que sea fácil que le contraten en otra empresa. Actualmente, cada vez que contratas sabes que es de por vida casi y ahí surge el problema de la reducción del empleo.

P ¿Es posible que entre empresarios y sindicatos se puedan llegar a consensos para concretar cambios que faciliten la contratación laboral?

Eso es posible. Yo creo que las dos partes tienen que ceder. Los empresarios tienen que ceder y ver que la calidad de vida de los más pobres tiene que mejorar. No hay a dónde perderse. Eso quiere decir que nosotros tenemos que pagar unos sueldos que sean dignos.

Por otro lado, hay que eliminar los excesos, por ejemplo, en los contratos colectivos en ciertos espacios del sector público como en las empresas eléctricas, donde existen sueldos completamente desproporcionados.

Si no hacemos nada, se seguirá reproduciendo la misma tragedia actual. Los hijos de la de gente de dinero ya no regresan después de ir a estudiar en los Estados Unidos o Europa. Asimismo, los hijos de los pobres hacen todo lo posible por irse porque aquí no tienen trabajo.

Incluso los chicos que vienen graduados de muy buenas universidades vienen acá y tampoco encuentran un trabajo y se regresan allá.

 La diferencia está que los unos tienen visa y tienen posibilidad más o menos ágil de contratar alguna firma de abogados en los Estados Unidos o Europa que les permita finalmente trabajar de manera legal.

Los pobres tienen que hacer el viaje por el Darién y ver si sobreviven y luego ver si sobreviven trabajan 6, 8 o10 años tratando para conseguir un permiso de trabajo legal.

En esta situación están los hijos de los sindicalistas y los hijos de los super empresarios.

Estamos descomponiendo la familia ecuatoriana sea de ricos o de pobres. Entonces hay que sentarse y partir con reconocer que estamos haciendo las cosas mal.

Busquemos algo razonable para que se reduzca la delincuencia y no haya gente que no tienen en qué trabajar y no le queda más que salir a robar.

P ¿Hay esperanza en medio de la crisis económica y de empleo que parece no tener fin en Ecuador?

Los ecuatorianos hemos sido gente amable y gente de paz. Ahora los mexicanos y los colombianos nos han traído el modelo de violencia. Nosotros no somos violentos. Es el primer mensaje muy importante.

 El segundo es que Ecuador es un país en el que se puede producir y trabajar los 365 días del año y debemos aprovecharlo.

Tenemos que eliminar la corrupción, hacer alianzas entre todos y tratar de resolver los problemas con inteligencia, no con slogan, no sino analizando en profundidad lo que podemos hacer.

La votación de la última consulta popular demostró que tenemos un pueblo que, aunque decimos que es incapaz, se dan cuenta de las cosas y toma decisiones importantes. No le hizo caso ni a los que le decían que vote 11 veces no ni a los que le decía que vote 11 veces sí.

Entonces, yo creo que hay que cambiar a los viejos líderes políticos, a los viejos líderes de las cámaras y los sindicaros para que los jóvenes hagan un acercamiento y encuentren una solución a los problemas. (JS)

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