Sin una economía que crece y crea empleo formal, la mano dura contra la delincuencia no solucionará el problema de fondo

REALIDAD. La mano dura contra el crimen, sin crecimiento ni empleo no sirve de nada.
REALIDAD. La mano dura contra el crimen, sin crecimiento ni empleo no sirve de nada.

Los militares en las calles contienen el problema; pero sin crecimiento y empleo, la situación estallará con mayor fuerza en el futuro.

Incluso si los militares se quedan indefinidamente en las calles, solo se conseguirá contener la delincuencia, y, en el mejor de los casos, volver al punto de partida anterior al estallido del conflicto armado interno.

Ese punto de partida ya era el de una economía con bajo crecimiento, creciente informalidad, baja productividad y casi nula Inversión Extranjera Directa (IED).

Por eso, la contención militar y policial del crimen es importante; pero lo que realmente cambiará estructuralmente la realidad es que la economía ecuatoriana se liberalice, se vuelva eficiente y genere empleo.

Solo para que las estadísticas de empleo no se deterioren, es decir para estabilizar el mercado laboral, se necesita que se generen al menos 150.000 trabajos adecuados o formales al año.

Esto significa que, para reducir sustancialmente la pobreza, se deben generar más de 200.000 trabajos adecuados (efecto neto entre contratos firmados y finiquitos). Solo eso le quitará hombres a la creciente economía criminal.

Para eso, se necesita una economía creciendo a más del 3%; pero el mismo Gobierno de Noboa, dentro de los anexos de su proforma para 2024, proyecta un crecimiento de entre el 0,8% y el 2,4% del PIB entre 2024 y 2027.

 El espejo de El Salvador

A pesar del éxito de Bukele en contener la violencia de las pandillas, la economía de El Salvador está en un punto muerto, sin cambios estructurales en inversión, crecimiento y empleo.

Así, Michael Shifter, del centro de estudios Diálogo Interamericano en Washington, ha dicho que «la situación de seguridad es mejor, pero la economía sigue mal”.

Más allá de la mano dura y su éxito electoral, está un lento crecimiento económico y una considerable caída de la producción agrícola e industrial.

El 30% de salvadoreños vive en la pobreza y casi uno de cada diez en la pobreza extrema.

Además, un informe del Departamento de Estado de EE.UU. de 2023 establece que cerca del 70% de los trabajadores salvadoreños están en el sector informal.

A todo esto, se suma un manejo fiscal deficiente, con una deuda por encima del 80% del PIB y un nivel de riesgo crediticio alto, sin acceso al mercado de capitales.

Esto apunta a una situación explosiva que puede poner fin, durante el nuevo periodo de Bukele, a la luna de miel con los salvadoreños y provocar un estallido económico que incluso revierte todo lo conseguido en temas de seguridad con la mano dura.

Claves para acelerar el crecimiento

1 Abrir la puerta a la inversión privada en todos los sectores de la economía; empezando por los mal llamados “sectores estratégicos”. De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, esos sectores estratégicos, que incluyen la electricidad y el petróleo, son en realidad monopolios estatales en donde el Estado no invierte ni deja invertir

2 Liberar movimiento de divisas, eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) y modernizar la legislación bancaria.

“Los capitales son abundantes en el exterior, para que ingresen debemos permitir que también salgan libremente”, asegura Acosta Burneo.

Los bajos niveles de ahorro, que influyen en el deficiente acceso a crédito, sobre todo para los microempresarios.

3 Seguir abriendo mercados. Abandonar el modelo fracasado de la sustitución de importaciones y enfocarnos en producir para el mundo.

Los primeros pasos ya están dados. Se ratificaron los acuerdos comerciales firmados con China y Costa Rica; y está en vías de ratificación el acuerdo con Corea del Sur.

Asimismo, este 2024 se espera que se inicien negociaciones con Canadá, República Dominicana y Emiratos Árabes Unidos, según ha confirmado la ministra de Producción, Sonsoles García.

Según el abogado corporativo, Juan Francisco Román, solo se pagan buenos sueldos, generan buenos trabajos, en un país en el que se pueda comprar y vender productos y servicios a más clientes, y el mundo tiene muchos.

4 Eliminar trabas a la inversión, eliminando el exceso regulatorio. Que los permisos de operación dejen de ser una barrera para la inversión y desaparezca la discrecionalidad de los burócratas encargados.

5 Cambiar la cultura contra los empresarios y la generación de utilidades.  Uno de los problemas estructurales de la economía ecuatoriana es que existen pocos empresarios para una enorme masa de personas buscan empleo.

La falta de empleadores genera una distorsión en el mercado llamada: monopsonio, de acuerdo con el abogado corporativo Juan Francisco Román.

Está distorsión se crea cuando hay uno o pocos compradores en un mercado, y estos, aprovechando la distorsión ponen las reglas de juego.

Esta situación, según Román, se ha creado en Ecuador por el manejo injusto y el discurso de que el empleador es el malo y un “esclavista”.

El resultado es que hay demasiados trabajadores y muy pocos empleadores formales que oferten trabajo.

Consecuencia: salarios bajos, generación de empleo formal injusta, y ofertas a la baja por más trabajo formal traducido en horas: preferencia de un trabajo formal a menos costo, pero trabajo formal a la final.

Solución: ingreso de más empleadores, motivación empresarial por medio de incentivos, seguridad jurídica, atractivo financiero, competencia real y justa, reglas de juego estables, entre otras.

Además, se debe revertir la visión de que generar utilidades es malo, e incluso es motivo para imponer “impuestos temporales” cada uno o dos años, cuando al Estado le falta dinero para sus gastos. (JS)

A paso de tortuga

En las últimas tres décadas, el PIB per cápita de Ecuador creció apenas 1,7% en promedio anual.

A ese ritmo, nos tomará. 44 años tener el PIB per cápita que tiene hoy Costa Rica; 52 años el de Chile; y 91 años el de España.

¿Cuáles son los efectos positivos de una economía con alto crecimiento y generación de empleo?

Reducción de la pobreza: El crecimiento económico sostenido tiende a reducir los niveles de pobreza. Cuando las personas tienen acceso a empleos bien remunerados, la pobreza disminuye, proporcionando a la población mayores recursos y oportunidades para satisfacer sus necesidades básicas. La pobreza es a menudo un factor subyacente en la delincuencia, y al reducir la pobreza, se puede abordar la raíz de algunos problemas delictivos.

Mejora en las condiciones de vida: Un crecimiento económico saludable conduce a mejoras en las condiciones de vida de la población. Acceso a una vivienda digna, servicios de salud y educación de calidad son elementos clave que contribuyen a la estabilidad social. Cuando las personas sienten que tienen un futuro prometedor y acceso a servicios esenciales, están menos inclinadas a participar en actividades delictivas.

Incremento en la movilidad social: Un mercado laboral dinámico y en crecimiento brinda oportunidades para la movilidad social. Las personas tienen más posibilidades de mejorar sus condiciones socioeconómicas, lo que reduce la sensación de desesperanza y frustración que a menudo se asocia con la delincuencia. La percepción de que el esfuerzo y la dedicación pueden llevar al éxito desincentiva la participación en actividades delictivas.

Desarrollo de habilidades y capital humano: Un entorno económico favorable estimula la inversión en educación y capacitación. Las personas pueden adquirir habilidades relevantes para el mercado laboral, aumentando su empleabilidad. El desarrollo de capital humano fortalece la conexión entre la oferta y la demanda laboral, reduciendo el desempleo y proporcionando a las personas la capacidad de ganarse la vida de manera legítima.

Mayor inversión en seguridad: Con el crecimiento económico, el Estado tiene más recursos disponibles para invertir en seguridad pública. Sin necesidad de aumentar impuestos, se pueden financiar y fortalecer las fuerzas policiales, implementar tecnologías avanzadas para combatir el crimen y mejorar la infraestructura que contribuye a la prevención del delito.

Fomento del emprendimiento y legalidad: Un ambiente de crecimiento económico suele ser propicio para el emprendimiento y la creación de empresas. Cuando hay oportunidades para iniciar y hacer crecer negocios de manera legal, se reduce la tentación de recurrir a actividades delictivas como medio de subsistencia.

Disuasión a través de la certeza legal: Con un sistema legal y judicial sólido, la certeza de castigo actúa como un disuasivo efectivo contra la delincuencia. En una economía en crecimiento, se pueden fortalecer las instituciones legales, lo que contribuye a una aplicación más eficaz de la ley.

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