Esta es la receta liberal para reducir el alto costo de la vida

CAPITAL. Un Estado ineficiente le quita riqueza al bolsillo de los ciudadanos.
CAPITAL. Un Estado ineficiente le quita riqueza al bolsillo de los ciudadanos.

Ecuador no está entre los países con el costo de vida más alto. La falta de apertura y competencia; y un Estado ineficiente, son las verdaderas trabas de la economía nacional.

Según el ranking mundial del costo de la vida, elaborado por Numbeo, con corte al 31 de diciembre de 2022, los diez países más caros son Bermudas, Suiza, las Islas Caimán, Bahamas, Barbados, Noruega, Singapur, Islandia, Jersey y Dinamarca.

En este ranking, donde entre más arriba se esté más costosa es una economía, Ecuador se ubica en el puesto 100 entre 140 países a escala mundial. En América Latina, Ecuador está en el puesto 24 entre 30 economías analizadas.

Así, según Tatiana Macías, economista y docente de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), nuestro país no es de los más caros a nivel mundial, pero tampoco de los más baratos al menos de la región.

“Cuando se habla del costo de la vida, todo depende de con quién te comparas; de la inflación; de los niveles de ingresos y del costo de oportunidad”, puntualizó.

En Ecuador el trabajo pagado por hora puede llegar a los $4 y $5; pero en países como Estados Unidos o Australia puede ser de $20, $30 y hasta $50.

En esas economías desarrolladas se produce más, se tiene más apertura al mundo, formalizarse no es tan complejo. Además, el Estado es más eficiente y no hace que los ciudadanos paguen el doble por los servicios.

“En Suiza o Dinamarca se pagan altos impuestos; pero la calidad de los servicios también es alta. En cambio, en América Latina y en países como el nuestro, la persona que accede a un servicio privado está pagando de cierta manera doble. Esto porque con sus impuestos, en teoría, debería tener acceso al servicio público gratuito; pero como ese servicio público escasea, está pagando dos veces”, afirmó Macías.

A este escenario, se suma una política en Ecuador que durante años se enfocó en aumentar aranceles, supuestamente para proteger a la industria nacional.

Sin embargo, esa política solo encareció la producción, y junto con el bajo acceso al crédito, impidió que se creen más empresas, se produzca más; y mejoren los ingresos y la capacidad adquisitiva de los ecuatorianos.

Es verdad que a los jóvenes les cuesta cada vez más independizarse, y que la gente se siente frustrada; pero eso tiene que ver con qué la economía ecuatoriana ha estado asfixiada por todos estos problemas.

En otras palabras, el manejo económico se ha enfocado en controlar y redistribuir, supuestamente en beneficio de los ciudadanos; pero lo que se ha logrado es excluir a más de 5 millones del empleo formal y tener un Estado ineficiente que, en muchos casos estorba antes de facilitar.

Propuesta de cambio

El Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), que es un tanque de pensamiento liberal en Ecuador, ha propuesto al Gobierno cinco reformas “para convertir a Ecuador en una sociedad libre y próspera”.

Carlos Cobo, director ejecutivo del IEEP, explicó que uno de los principales lastres para el bolsillo y la calidad de vida de los ecuatorianos es el gasto público improductivo.

El dinero que se gasta mal se pierde y no se puede invertir en lo realmente importante; además hace que sea más costoso vivir y producir.

Las cinco reformas liberales, que Guillermo Lasso ha aplicado a cuentagotas, son las siguientes:

1.- Reducir el tamaño y envergadura del Estado –sin dejar de priorizar la seguridad, salud y educación–. Esto serviría para poder disminuir la carga tributaria sobre los ciudadanos. Todos los días hay escándalos de corrupción y despilfarro en la administración pública.  Eso es el resultado previsible de haber llevado el aparato estatal a consumir casi la mitad de lo que produce toda la economía (43% en 2014), desde ahí bajó a un todavía alto 36%. El país crecía a una tasa saludable y la pobreza se redujo aceleradamente cuando el Estado consumía apenas 23% del PIB entre 2000-2006.

2.- Se propone una reforma laboral que permita incluir a todos con mayor libertad de contratación. Esto a través de la creación de nuevas formas voluntarias de trabajo que sin violentar los derechos individuales permitan salarios por debajo del mínimo para personas sin experiencia durante hasta un año y jornadas laborales flexibles.  También, que el salario mínimo se fije con base en la productividad y un sistema de término de contratos laborales que sea conveniente para ambas partes.

3.- Reformar el sistema de pensiones con manejo autónomo, como propietarios. Es decir, que los ahorros en ese sistema sean realmente de cada persona.

4.- Promulgación de una ley bancaria sencilla y flexible que permita que los ecuatorianos tengan acceso a tasas de interés más bajas y créditos de mayor volumen. Es necesario simplificar las regulaciones financieras, eliminar toda restricción e impuestos sobre los movimientos de capitales y adoptar un sistema tributario territorial, esto es que solo se tribute aquella renta generada en el territorio nacional.

5.- Abrirnos al mundo. Los ecuatorianos necesitan mayor libertad para elegir entre una gama cada vez más diversa de productos. Se propone una reducción unilateral de todos los aranceles a una tasa fija y temporal de 5%, tasa que deberá reducirse 1% al año hasta llegar en 5 años a ser una economía totalmente abierta, sin impedir que firmemos tratados de libre comercio con nuestros principales socios comerciales y el resto del mundo. El Gobierno de Lasso ya ha cerrado varias negociaciones para acuerdos comerciales; pero la apertura, desde un punto de vista liberal, debería ser más profunda y rápida.  (JS)

“Que el Ecuador sea caro para producir no es un problema del actual Gobierno, sino que viene de décadas atrás. En gobiernos anteriores se proponía una economía menos abierta al mundo. Se pusieron múltiples trabas con el propósito de proteger a la industria local”.

“Los ecuatorianos ya hemos tenido una probada de cómo bajan los precios con la apertura comercial mediante lo que ha pasado con el acuerdo con la Unión Europea y la percepción ciudadana en general es positiva”.

Tatiana Macías, economista y docente de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

El aumento del 40% en el costo de la vida, durante los últimos años, se debe sobre todo a la ineficiencia estatal, las trabas burocráticas y la falta de competencia.