La Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs) alcanzó el 45% de la construcción del Cubeto 11 en el Complejo Ambiental El Inga. El proyecto está en camino de completarse en julio.
La vida útil del Relleno Sanitario El Inga se alargará hasta finales de 2026. Esto será por la puesta en marcha del cubeto 11, el cual se terminará de construir en julio de 2024, según los anuncios municipales.
Dicho centro de tratamiento y disposición final de residuos sólidos o basura se ha manejado por décadas con la habilitación de cubetos y piscinas de lixiviados y cada vez cuenta con menos espacio, pero la meta es que funcione hasta que se complete la construcción del Complejo Ambiental en Quito.
Así, mientras la ciudad trabaja en una solución a largo plazo para el manejo y disposición final de la basura, todavía se pueden ver las piscinas de lixiviados (liquido negro verdoso), que se forman por la degradación de residuos, especialmente orgánicos, y las montañas de tierra que cubren los 10 anteriores cubetos que ya cumplieron su misión.
El gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs EP), Santiago Andrade, informó a LA HORA que ya se ha completado el 45% de la construcción del Cubeto 11. El proyecto estaba programado para 240 días, de los cuales ya se cumplieron 148 y se prevé que la obra esté terminada para julio.
Frentes de trabajo
Por la falta de espacio en el relleno sanitario, el Municipio pidió la ayuda de uno de los vecinos del relleno. La empresa Duragas permitió que se construya la piscina de lixiviados complementaria en su terreno.
Con esta colaboración, los técnicos de Emgirs Ep iniciaron la construcción del sistema que librará de problemas de basura a la ciudad hasta 2026. Esta obra tiene tres componentes:
1 Piscina de Lixiviados 15: Para dar espacio a nuevas infraestructuras, se creó la piscina número 15 con una capacidad de 50.000 metros cúbicos en terrenos adyacentes a El Inga. Esta piscina permitirá bombear los lixiviados de tres piscinas existentes, liberando espacio para futuros cubetos si fuese necesario. Dicha estructura ya está funcionando.
2 Cisterna: Se está construyendo una cisterna con capacidad para 8.600 metros cúbicos de lixiviados, utilizando 41.000 metros cúbicos de excavación. Con dimensiones de 25 metros de ancho, 40 metros de largo y 8,50 metros de altura. Esta cisterna integra un sistema de bombeo con seis bombas de 25 caballos de fuerza que conecta varios depósitos, incluyendo el nuevo Cubeto 11, para poder bombear los lixiviados hasta la piscina unificada, donde se realiza el tratamiento de estas aguas.
3 Cubeto 11: Esta nueva estructura tendrá con una capacidad de almacenamiento de 2 millones de metros cúbicos, requirió la excavación de 35.000 metros cúbicos de tierra, equivalentes a unas 2.911 volquetas. Tiene dimensiones considerables, con un largo y ancho de 84 metros y una altura de 22 metros, con una corona de 10 metros. Tendrá una membrana geotextil en el espacio del cubeto asegurará que los lixiviados no contaminen el entorno. Operará hasta diciembre de 2026, con una vida útil proyectada de 30 meses. (EC)
Recolección diferenciada
La recolección diferenciada que funcionó en anteriores administraciones se retomará en mayo en barrios que serán anunciados por la Empresa Pública Municipal de Aseo (Emaseo) en los próximos días.
Esta iniciativa es posible, según Andrade, gracias al restablecimiento integral de la línea 2 de la planta de separación, que estuvo inoperativa durante tres años. Asegura que los técnicos operativos han trabajado para habilitar la planta en la Estación de Transferencia Sur, permitiendo así la separación eficiente de residuos sólidos urbanos.
Esta planta facilitará que los esfuerzos de la ciudadanía al separar residuos en sus hogares se traduzcan en una gestión más técnica y eficiente de los materiales, evitando que se dirijan al vertedero.
Según Andrade, la planta no funcionaba adecuadamente porque no estaba diseñada para la recolección no diferenciada. El sistema funciona mejor cuando los materiales están separados. Cuando los residuos no se separan, surgen problemas como la contaminación de los materiales.
Además de los desafíos técnicos, como la inclinación incorrecta de algunas cintas transportadoras y problemas con los abridores de bolsas. La materia orgánica, en particular, llegaba muy contaminada al proceso de separación, lo que afectaba su utilidad.
Complejo ambiental
El proyecto del Complejo Ambiental ha avanzado significativamente. La expropiación del terreno ya está completada y se espera que el concurso internacional se lance en agosto. Actualmente, están buscando la participación del sector privado.
Un total de 41 empresas han firmado memorandos de entendimiento dentro de la iniciativa privada; de estas, siete participaron activamente, pero solo cuatro han pasado a la fase de calificación.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fue contratado para realizar diligencias técnicas y jurídicas. En este momento están a la espera de los resultados de esta evaluación, que determinará qué empresa será seleccionada para avanzar en la fase de iniciativa privada.
Una vez seleccionada la empresa ganadora, se procederá a lanzar el concurso. El complejo abarca 119 hectáreas y albergará instalaciones clave como plantas de separación en tres ubicaciones: estación norte, estación sur y en el relleno sanitario.
Además, se busca una solución tecnológica para valorizar los residuos, que podría incluir incineración, generación de combustibles a partir de residuos o métodos de reciclaje avanzados para producir energía.
También se prevén instalaciones para tratar lixiviados y un cubeto de seguridad.
El cubeto 11 empezará a funcionar en julio y servirá por 30 meses.
2 millones de toneladas diarias de basura se generan a diario en Quito.
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