Los impuestos llegan a representar actualmente al menos el 24% del valor final de los vehículos importados. Los precios sí han bajado desde el inicio del acuerdo comercial con la Unión Europea, pero las cargas tributarias frenan un mayor abaratamiento.
Desde la entrada en vigencia del acuerdo comercial entre Ecuador y la Unión Europea, los aranceles de los vehículos importados han pasado del 35% en enero de 2017 al 0% en enero de 2024. Es decir, en 7 años de desgravación, se ha desmontado complemente el costo arancelario.
Esto ha permitido que las ventas de vehículos europeos en Ecuador se hayan incrementado más del 500% desde 2017 y el costo se haya reducido un 30%.
Sin embargo, el precio que paga el consumidor final o cliente podría ser mucho menor si no se tendría que cubrir una estructura de impuestos, que llegan a 12.
Esos impuestos llegan a representar al menos el 24% del precio total de venta. Así, por ejemplo, en un vehículo cuyo precio de venta en el Ecuador es de $25.000, al menos $6.045 están directamente relacionados al pago de tributos como Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), Fodinfa, tasas y tarifas portuarias, entre otros.
Si se amplia el espectro a todas las etapas, que incluyen todo el proceso de importación, nacionalización y comercialización, se pueden llegar a pagar más de 20 tasas, impuestos, contribuciones y otros.
En muchos casos, como el de los vehículos, toda la tramitología y carga tributaria interna pueden encarecer en más del 40% el precio final de productos importados.
Como ha reportado LA HORA, dentro de la receta liberal para reducir el costo de la vida y hacer más próspero al Ecuador, se incluye no solo una rebaja sustancial y eliminación de aranceles, sino también una depuración del actual sistema tributario para que queden pocos impuestos bien cobrados y que no perjudiquen la producción y el empleo.
Menos de 3 de cada 10 hogares en el Ecuador tienen vehículo propio