La actual administración ha agotado la mitad de su mandato y la gestión es su principal talón de Aquiles. El orden fiscal es importante, pero no suficiente.
Luego del revés electoral en la consulta popular, LA HORA ha publicado varios análisis en los que se señala que el Gobierno de Guillermo Lasso se ha debilitado más política y socialmente.
Además, desde el exterior, bancos e inversionistas se encendieron las alarmas sobre el futuro de la economía ecuatoriana.
Independientemente de si Lasso terminará o no su periodo de cuatro años, Belén Aguilera, economista y consultora en riesgos financieros, explicó que el Gobierno debe “ponerse las pilas” en al menos tres prioridades muy concretas para darle aire a su gestión, reconstruir de alguna manera su imagen interna y dejar un mejor legado.
“Prácticamente ya se ha consumido la mitad del mandato, y en la segunda mitad las prioridades deben estar claras para reducir el riesgo de aventuras populistas en el siguiente periodo presidencial; pero sobre todo para no matar definitivamente al modelo liberal como una opción para los ecuatorianos”, puntualizó.
Rescate del campo
Leonardo Laso, exsecretario de Comunicación de la Presidencia, ha explicado que, durante una de las madrugadas aciagas del paro violento de junio de 2022, el presidente Lasso aseguró que era indispensable y urgente lanzar una especie de gran “Plan Marshall”, o de rescate para el campo.
Según el exsecretario, luego de lo dicho por el primer mandatario, se construyó una propuesta con medidas concretas.
“El plan está armado. Yo me junté con varios ministros y se llegó a establecer todo un paquete de acciones, que si se quiere se pueden comenzar a implementar y arrancar en Toacazo o en Pujilí, es decir, en el corazón del poder de Iza”, afirmó.
Es decir, aunque no se puede cambiar la realidad de pobreza, atraso y falta de empleo del campo de la noche a la mañana, en el Gobierno ya tienen una hoja de ruta para quitarle poder al populismo de Iza e incluso tener más gobernabilidad.
LA HORA, en una nota del 28 de junio de 2022, ya analizó que un plan integral para el desarrollo del campo podría costar alrededor de $4.800 millones en tres o cuatro años.
Sin embargo, existen temas que se pueden iniciar en poco tiempo como obras públicas baratas y de alto impacto (caminos vecinales y mejor infraestructura educativa y de salud), en alianza con el sector privado local.
Además, existen modelos exitosos de gestión, basados en la asociatividad, que se pueden implementar en diferentes tipos de cultivos y producciones ganaderas
Desde el Ministerio de Agricultura, de acuerdo con una entrevista de LA HORA con el ministro Bernardo Manzano, se trabaja en varias iniciativas, pero los tiempos de ejecución deben superar la lentitud de la burocracia.
Servicios públicos
Uno de los grandes problemas del Gobierno ha sido la poca capacidad de gestión. Sin embargo, el hecho de sacar a Iván Correa de la secretaría de la administración pública es visto como una señal de que por fin Lasso se dio cuenta de que necesita gestores profesionales y ejecutivos; antes que amigos de confianza.
De acuerdo con el exsecretario de comunicación, Iván Correa era un tipo de funcionario al que le gustaba el mando vertical y sin críticas, es decir, la obsecuencia: poco control de gestión y más órdenes.
Con su salida, se abre la oportunidad de que realmente se apunte a la gestión de la calidad del gasto para que se aseguren cosas básicas como medicinas en los hospitales, menos tiempo para trámites como sacar el pasaporte, y reducción del gasto improductivo.
Alberto Acosta Burneo, economista, a través de una última entrega de Análisis Semanal, apuntó que se tiene que seguir con la responsabilidad y el orden fiscal, pero a la par, el Gobierno debe trabajar en la calidad de los servicios públicos.
Al respecto, se debe aprovechar la puerta abierta que tiene el Gobierno con los organismos multilaterales para impulsar asistencia técnica en temas que ya están claramente identificados como las falencias en la contratación pública, reducción de tramitología innecesaria, implementación de presupuesto base cero, entre otros.
Empleo y más inversión pública
Fausto Ortiz, exministro de Economía, explicó que la administración de Lasso debe olvidarse de la meta de llegar al superávit fiscal (más ingresos que gastos en el Presupuesto General del Estado) hasta 2025.
En su lugar, se debe apuntar a mantener un déficit fiscal controlado, entre $2.000 y $2.500 millones año.
Además, de la mano de una mejor gestión y calidad en el manejo de los recursos, se deben buscar vías para ampliar el presupuesto de inversión pública a por lo menos $2.500 millones al año. Actualmente, solo llega a alrededor de $1.800 millones.
Esa mayor inversión, junto con la reducción del nivel de atrasos de pagos a proveedores, es uno de los mecanismos para aumentar el empleo a corto plazo; mientras se implementan cambios normativos y reglamentarios para facilitar y flexibilizar la contratación en el país.
Para lograr todo esto, el Gobierno debe buscar más líneas de créditos con organismos multilaterales ancladas a proyectos productivos; mejorar el control de la gestión, sobre todo de mandos medios, en empresas públicas como Petroecuador y en ministerios claves para la atracción de inversiones como Obras Públicas y Energía.
En su momento, desde sectores como el Colegio de Economistas de Pichincha, Santiago García puntualizó que existen herramientas en las leyes vigentes para que parte del dinero de los altos precios del petróleo vayan a inyectar liquidez para impulsar la inversión en la economía.
El equipo del exministro de Economía, Simón Cueva, dejó un plan con 9 acciones para optimizar el gasto público e impulsar la producción; pero, como ha sido recurrente en el Gobierno de Lasso, el problema no son los diagnósticos y los planes, sino la ejecución. (JS)