¡Viene el cuco!

Jorge Oviedo Rueda

En más de una ocasión escribí que Correa volvería a ser protagonista de la política nacional. Correa ha sido, es y será, con mucho, el mejor político burgués que el Ecuador ha tenido.

Lo dice la “obra” de la RC durante la última década -que es la década perdida para la revolución popular y no para la oligarquía-. Lo dicen las carreteras, las hidroeléctricas, los multipropósitos, la obra física realizada en la educación, en la justicia, en la salud, la reforma del Estado y hasta las peroratas pedagógicas con las que pretendía abrirle los ojos al pueblo. La oposición de extrema derecha -que coincide con la mediocridad emepedista y sociolista de Ayala Mora y compañía-, no puede diferenciar la obra realizada de la corrupción cometida. Al régimen de Correa la historia lo condenará por corrupto y no por lo que materialmente hizo, obra que las élites le debían al Ecuador desde la fundación de la república. Correa fue su realizador y su líder. En ello no hay revolución, hay modernización de la explotación.

Ahora, al cabo de diez años de haber aupado el triunfo de Correa, la “izquierda boba” lo desafía a regresar. “Que venga” –dice Ayala en un editorial de El Comercio-, “que ya no es más acusador, sino acusado”, dejando traslucir una falta de memoria histórica inaceptable. Velasco, después de haberse “precipitado sobre las bayonetas”, llegó cuatro veces más al poder.

Correa no está muerto, como cree Ayala. Tanto es así que LM pretende dejarlo fuera vía plebiscito. Si gana el NO, RC volverá a triunfar.

La verdadera tragedia del “Ecuador profundo” no es Correa, sí lo es la falta de una auténtica alternativa popular, crimen del cual no es culpable Correa ni la oligarquía, sino esa “izquierda boba” que todavía no se baja de su nube rosada.

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