Mayra Aguirre Robayo
El escritor y periodista que nació en Virginia y murió en Nueva York a los 88 años, vestía de color blanco con tres piezas. Dotó a la escritura periodística un sendero en la ‘cultura pop’ (70). Abrió los andariveles del ‘Nuevo Periodismo’. La objetividad de la prensa fue abrumada por la narratividad literaria; la hibridez de la crónica que roza con la ficción le permitía ser metonímico: perseguir a los personajes para describirlos en sus menudencias vivenciales.
Seguramente conoció al Gabo que miraba al reportaje como una novela. O, enmudeció con la ficción literaria y le impulsó a dar un soporte supremo al periodismo de calle. Alentaba a los periodistas jóvenes salir de los laboratorios digitales y conectarse con la real. En las revistas New Yorker, Esquire y Haprpes’s criticó al narcisismo norteamericano.
En el ‘Periodismo canalla y otros artículos’ es irónico. Relata como el adjetivo sexy empezaba a reemplazarse a chic para ejemplificar a un ejecutivo próspero que abandona a su mujer por la sencilla razón que “el embalaje subcutáneo de esta empezaba a deteriorarse […]. Estados Unidos había enseñado al mundo cuál era el camino correcto en todos los campos, excepto en uno”.
En cuestiones intelectuales y artísticas seguía siendo una sumisa colonia europea. La arquitectura nunca se había recuperado de la fatídica influencia que el movimiento Bauhaus había ejercido durante la década de 1920”. Los titulares de sus artículos eran muy llamativos: ‘El país de los marxistas rococó’, ‘Mis tres comparsas’, ‘Ars Anoréxica’, ‘El artista invisible’, ‘El gran reaprendizaje’.
La adaptación de su primera novela ‘Hoguera de las vanidades’ al cine (Brian de Palma, 1990) relata la tragedia del corredor de Bolsa de Sherman McCoy (Tom Hanks) que con su amante (Melanie Griffihth) atropellan a un afronorteamericano y deciden no denunciar el accidente. Este suceso termina linchado por periodistas, políticos e inescrupulosos. La trama fílmica es simbólica del carácter antisistema del escritor.
Era crítico con la izquierda. “El maoísta Pol Pot exterminó a media Camboya”, afirmaba.