En Venezuela, Maduro le dará sobre todo a su pueblo -pues el resto del mundo no se lo traga- a la mentira apariencia de verdad, esto es, engañará, a costa del sufrimiento de ese pueblo, de su propia conciencia, porque eso han hecho los tiranos para no aflojar el poder. Maduro además es representante del engaño populista, el socialismo del siglo XXI que, indudablemente, tiene una carga de marxismo relanzado, pues ahora cambian la violencia para hacerse del poder por elecciones fraudulentas.
Se habla de diálogo, de un acuerdo de paz, en el que coinciden únicamente Maduro, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Rusia, China, Irán y lamentablemente el Vaticano (Francisco se ha tornado una voz débil). Diálogo ya frustrado anteriormente, que lo único que persigue es “quemar tiempo”, cansar al pueblo venezolano y, en el fondo, tristemente nos hace reconocer que el mundo se juega solo a medias por la paz, por la democracia y por un sistema liberal, mientras los pueblos sometidos al engaño populista se arruinan cada vez más.
Es el momento de reflexionar sobre este pensamiento de Ludwig von Mises: “Cada uno de nosotros lleva sobre sus espaldas el peso de parte de la sociedad, y nadie ha sido dispensado de su responsabilidad por los demás; nadie puede hallar una vía de escape para sí mismo si la sociedad se ve arrastrada a la destrucción.” En el “El engaño populista” se afirma que nadie está vacunado contra el populismo, incluida Europa. No podemos ser indiferentes en defensa de nuestros propios intereses.
El engaño es un delito, pero lo más grave es que nos hace dudar del sistema político, pues empieza a preocuparnos si ya no nos engañarán nunca. Ahora temen los engañadores a los pueblos levantados como el venezolano, pues ya sienten que no pueden seguir en su torpe y criminal engaño, salvo que la sangre – Fuerzas Armadas- apague las ansias de libertad, con lo que subsistirá Maduro, sinónimo de engaño, crimen y mitomanía, encarnada en super antihéroes como Hitler, Mussolini, Franco, Castro, Che Guevara, Chávez, y los “pop” de ahora: Maduro, Ortega, Evo, Erdogan, Putin y a momentos Trump.