Regeneración urbana

Javier Espinosa Velez

Hace algunos meses, empezó la ejecución del plan regenerar en nuestra ciudad: cambio de carpeta asfáltica, cambio de tuberías de conducción de agua, soterramiento de cableado eléctrico y telefónico, reconstrucción de aceras y bordillos, desde el sector que comprende «La Puerta de la Ciudad» hasta la avenida Eduardo Kingman. Un crédito no reembolsable de aproximadamente 48 millones de dólares, otorgado por la Corporación Andina de Fomento. Contrato adjudicado al Consorcio Loja – H&H y Procelec-.

Regeneración urbana, que genera en la actualidad réditos económicos, al dinamizar la económica local con la compra de insumos para la construcción y con la creación de fuentes de trabajo para gente de la localidad. A futuro, y una vez concluido se incrementará notablemente el turismo, así como mejorará la calidad de vida de los ciudadanos.

Sin embargo, provocan mucha preocupación los retrasos en el avance de la obra. En algunos frentes de trabajo se programó la ejecución para no más de 40 días, y al final se ha extendido por más de 100 días. Lógicamente hay afectaciones. Se reportan cuantiosas pérdidas, en negocios aledaños a los frentes de trabajo, en el mejor de los casos. Otros han debido cerrar indefinidamente. Los ciudadanos de Loja aceptamos de muy buena forma colaborar a fin de que el Plan de Regeneración Urbana sea una realidad, y lo más pronto posible. Las incomodidades son muchas, tanto para transeúntes, como para conductores de vehículos. Pero resulta inverosímil, que la empresa fiscalizadora, adjudicada por más de dos millones de dólares no haga lo propio. Y digo la empresa fiscalizadora, porque de la empresa constructora, hemos constatado su trabajo incluso en los días domingo, en donde ha estado ausente la fiscalización. Las autoridades del tránsito no pueden exigir el cumplimiento de las leyes en vías en proceso de construcción. (O)