Reformas laborales

Nelson Sánchez Figueroa

Se está debatiendo estos días una propuesta de reforma laboral, en aspectos muy puntuales, que son modificar la jornada de trabajo, permitir que no exista indemnización por despido intempestivo cuando los nuevos emprendimientos no logren avanzar luego de tres años y la eliminación de los recargos adicionales del 35% a los contratos eventuales u ocasionales.

Alrededor del 60% de personas en posibilidad de trabajar, no tienen un trabajo adecuado, lo cual se da por muchas circunstancias, sin embargo, un problema que se tiene es la rigidez de la normativa laboral, que ocasiona que quienes quieren invertir, no lo hagan como quisieran, sino limiten las opciones, o simplemente se decidan por invertir en otros países vecinos donde las normas laborales no son tan complejas.

En el diálogo que se están intentando legar a acuerdos, deben estar representados este importante grupo de personas informales o sin trabajo, pues ellos no pueden ser representados por los sindicatos tradicionales, pues estos últimos representan al 40% que si tiene trabajo y tienen ya establecidos sus beneficios.

Es necesario que exista una flexibilización laboral, que permita, sin quitar los derechos de los trabajadores (como salario mínimo, afiliación al IESS, pago de decimos, horas extraordinarias, y otros), que exista dinamismo en las contrataciones, que se generan oportunidades para ese 60% de la población, a quienes estamos seguros si preguntamos dirán que están de acuerdo en trabajar bajo las condiciones determinadas, que seguir siendo informales o estar en la desocupación.

Es hora de ponernos de acuerdo a las nuevas circunstancias de la realidad, y que, en base al diálogo entre los actores involucrados, nos pongamos al día en las nuevas formas de trabajo, que permitan generar más empleo formal y de calidad.