¿Qué nos pasa?

Jorge Oviedo Rueda

Cada mañana la ciudadanía se levanta con noticias atroces. Un padre que toma venganza de su exmujer envenenando a sus dos hijos, otro que mata a machetazos a su conviviente por celos, otro que corta las manos de su expareja para que “no vuelva a tocar el miembro de ningún hombre”, otro que le prende fuego a la humilde casita de su conviviente con tres criaturas adentro y así, una larga lista de insólitos crímenes que son fruto del patriarcalismo y machismo que caracteriza a nuestra sociedad.

¿Hay alguien que se atreva a negar estos hechos?, ¿alguien que los considere pasajeros, o, lo que es peor, que cierre los ojos y se auto convenza de que no suceden? Desde mi perspectiva me parece imposible negarlos, pero es triste constatar que, al respecto, no todos pensamos igual.

Hay un colectivo que con el hastag “#conmishijosnotemetas” inunda las redes sociales defendiendo a la familia patriarcal, cuna y causa de los bárbaros crímenes del machismo. Su defensa las ubica mentalmente en el medioevo, en la más cruel y fanática época del Tribunal de la Santa Inquisición.

¿Qué defienden?, ¿la sumisión de la mujer al macho?, ¿el derecho patrimonial del padre sobre sus hijos?, ¿la virginidad de las mujeres?, ¿la sumisión sexual?, ¿la ignorancia? ¿Qué defienden?

¿Cómo pueden estos grupos ignorar la historia de las ideas? ¿No se han enterado de la irrupción del feminismo en la lucha contra la esclavitud de la mujer?, ¿no saben que la ideología de género es el derecho que tienen los que están atrapados en un sexo que no les corresponde?

Krisnamurti, el respetable filósofo cuántico, decía que, en una sociedad enferma, estar de acuerdo con ella, es estar enfermo y defender la enfermedad. Eso hacen grupos retrógrados como el de “notemetasconmishijos”.

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