Se estima que el Big-Bang fue hace 14.000 millones de años y que nuestro planeta se formó hace 4.500 millones. Las primeras formas de vida, los microbios, aparecieron hace unos 3.800 millones y son los únicos pobladores por más de 3.000 millones. Se los identifica como virus, bacterias y hongos. Se alimentan, unos se mueven y todos se reproducen. Su diminuto tamaño facilita que sus funciones ocurran con velocidad y se reproducen por millones en pocas horas. Difícilmente, sobreviven mucho tiempo.
Gracias a las cianobacterias apareció el oxígeno, que tuvo una enorme influencia en la evolución y desarrollo de la vida. Sin oxígeno, no estaríamos aquí.
El gas natural es un resultado de la actividad microbiana. Los microorganismos fotosintéticos pueden utilizar la energía luminosa para producir biomasa, y otros producen biocombustible durante la fermentación microbiana. Algunos son capaces de degradar materiales tóxicos.
Los estudiosos manifiestan que el conocer cómo algunas bacterias son capaces de multiplicarse en ambientes extremos puede dar pistas de cómo sería la vida en otros planetas. Algunos productos de la microbiología industrial son los antibióticos, vitaminas, medicamentos, vacunas… Los científicos afirman que se pueden emplear microbios como vectores para modificaciones genéticas.
Sin las levaduras nada sería igual. Los microorganismos tienen funciones relevantes en la industria de alimentos, que dependen de transformaciones microbianas: quesos, cerveza, yogures, embutidos…
Los microbios que más matan son los que producen infecciones respiratorias. Sin entrar en pánico, hay que prevenir el ingreso del coronavirus, declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud.