En total, unos 11.800 menores migrantes están actualmente retenidos por las autoridades estadounidenses tras haber atravesado ilegalmente la frontera. Cerca de 80% son adolescentes que llegaron solos al país.
Pero los más pequeños fueron separados de sus familias en el límite con México, lo que ha despertado indignación en todo el mundo.
Varias demandas presentadas a nombre de inmigrantes, cuestionan el “traumatismo” que provoca a los niños ser separados de sus padres y denuncian las condiciones “inhumanas” de detención.
Según analistas, la política de “tolerancia cero” pregonada por el presidente, Donald Trump, se trata de una medida contra los musulmanes especialmente, aunque la constitución estadounidense prohíbe la discriminación religiosa. En otras palabras, el decreto está motivado por un prejuicio antimusulmán.
Trump justifica la medida por necesidades de seguridad nacional, subrayando que busca impedir el ingreso de “terroristas extranjeros”.
Sin embargo, luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, los ataques más graves en Estados Unidos fueron cometidos por estadounidenses o por personas que no provenían de los países afectados por el decreto.
La idea de castigar a los padres separándolos de sus hijos y viceversa es básicamente cruel y contraria al espíritu estadounidense. Ante la situación y tras ver las jaulas en que se encarcelan a los niños, la propia Melania Trump llegó a decir: “Debemos ser un país que siga la ley, pero también un país que gobierne con el corazón”. Así debería ser.
La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto”. George Bernard Shaw. Escritor irlandés (1856-1950)Por conservar la libertad, la muerte, que es el último de los males, no debe temerse”. Cicerón. Escritor, orador y político romano
(106 AC-43 AC)