El 1,2% es esperanzador

Luego de las previsiones del FMI y del Banco Mundial sobre las perspectivas económicas y de especulaciones de todos los colores, era hora de que “alguien” con autoridad en el gobierno se pronunciara. Eso hizo la Gerente del Banco Central, quien afirmó que en 2018 la economía crecerá hasta un 1,2%. El FMI se decantó por un 1,1%, en tanto en el Presupuesto se preveía un 2,04%.

La noticia, en términos de la crisis, es algo alentadora. Lo interesante es que se habla, con la debida prudencia, de un crecimiento discreto y no de una recesión en marcha. Pareciera que, pese a la tardanza en promulgar la Ley de Fomento Productivo y aún más de su reglamento, la estrategia estabilizadora de las autoridades económicas, y su aparente trabajo en equipo, da sus primeros resultados.

El juego de “pagar y pedir” que se practica, junto al diálogo y la renegociación de la deuda heredada en algunos tramos, ha permitido respirar a la economía no a pleno pulmón, que sería lo óptimo, pero sí con el suficiente oxígeno para sobrevivir a la crisis. Sin embargo, dijo la funcionaria que “hay una desaceleración”, es decir, se crece, pero no como se esperaba que a estas alturas estaríamos creciendo.

La reducción de instituciones públicas, la eliminación del subsidio a la súper y del diésel industrial no han contribuido a producir el “milagro”. “Ecuador enfrenta vientos cruzados en la economía mundial”, observó una importante firma de consultora en su análisis semanal. En medio de esos “vientos cruzados” y la mesa eufemísticamente “servida” que dejó el correísmo, el 1,2% es esperanzador.


Desde que me cansé de buscar he aprendido a hallar”. Friedrich Nietzsche Filósofo alemán (1844-1900)

Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles”. Ernest Renan Filósofo francés (1823-1892)