Cotopaxi

Eduardo F. Naranjo C.

Las comarcas andinas ofrecen al viajero inusitados paisajes que varían de matiz cuando el sol camina, recorrer la extensa provincia de Cotopaxi es un exquisito goce de su naturaleza, su gente y su culinaria. Este mes celebra Latacunga el 199 aniversario de su independencia del imperio español, lograda gracias a la conjunción de sus habitantes que unidos férreamente triunfaron, no hubo distingo de clase para participar en la guerra libertaria, que continuaría como la pólvora hacia todos los horizontes de la serranía.

Latacunga ciudad agrícola e industrial, que debe su nombre a vocablos nativos, era cabecera administrativa de un vasto territorio que llegaba hasta donde las secuencias de los valles agrícolas son cercados por los elevados nudos cordilleranos.

En 1825 el Libertador Simón Bolívar nombró al jurista Vicente León y Arguelles presidente de la Corte Superior de Justicia del Cuzco, latacungueño ilustre y cuya fortuna donó para la fundación del prestigioso colegio que lleva su nombre, la provincia tomó el nombre de filántropo hasta 1851, cuando Juan Capistrano Quevedo del Pozo, delimitó sus extensos territorios fundándola como provincia de Cotopaxi.

Sus amplios valles desarrollaron la producción agropecuaria, estuvo entre los primeros territorios coloniales que desarrollaron la industria textil y de la pólvora, gracias a las numerosas ovejas que pacían en sus llanos y proveían el material, cuyas telas eran exportadas a Europa.

Sus tierras llegan al Litoral y a la Amazonía, tiene de todo, comida, artesanía y colorido escenario para el turismo local y extranjero. Feudos de caciques ancestrales, que marcaron las preferencias del último inca, Atahualpa, cuyos restos se cree reposan en esos lares vigilados por el hermoso pero terrible cono de fuego, el Cotopaxi.

[email protected]

Eduardo F. Naranjo C.

Las comarcas andinas ofrecen al viajero inusitados paisajes que varían de matiz cuando el sol camina, recorrer la extensa provincia de Cotopaxi es un exquisito goce de su naturaleza, su gente y su culinaria. Este mes celebra Latacunga el 199 aniversario de su independencia del imperio español, lograda gracias a la conjunción de sus habitantes que unidos férreamente triunfaron, no hubo distingo de clase para participar en la guerra libertaria, que continuaría como la pólvora hacia todos los horizontes de la serranía.

Latacunga ciudad agrícola e industrial, que debe su nombre a vocablos nativos, era cabecera administrativa de un vasto territorio que llegaba hasta donde las secuencias de los valles agrícolas son cercados por los elevados nudos cordilleranos.

En 1825 el Libertador Simón Bolívar nombró al jurista Vicente León y Arguelles presidente de la Corte Superior de Justicia del Cuzco, latacungueño ilustre y cuya fortuna donó para la fundación del prestigioso colegio que lleva su nombre, la provincia tomó el nombre de filántropo hasta 1851, cuando Juan Capistrano Quevedo del Pozo, delimitó sus extensos territorios fundándola como provincia de Cotopaxi.

Sus amplios valles desarrollaron la producción agropecuaria, estuvo entre los primeros territorios coloniales que desarrollaron la industria textil y de la pólvora, gracias a las numerosas ovejas que pacían en sus llanos y proveían el material, cuyas telas eran exportadas a Europa.

Sus tierras llegan al Litoral y a la Amazonía, tiene de todo, comida, artesanía y colorido escenario para el turismo local y extranjero. Feudos de caciques ancestrales, que marcaron las preferencias del último inca, Atahualpa, cuyos restos se cree reposan en esos lares vigilados por el hermoso pero terrible cono de fuego, el Cotopaxi.

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Las comarcas andinas ofrecen al viajero inusitados paisajes que varían de matiz cuando el sol camina, recorrer la extensa provincia de Cotopaxi es un exquisito goce de su naturaleza, su gente y su culinaria. Este mes celebra Latacunga el 199 aniversario de su independencia del imperio español, lograda gracias a la conjunción de sus habitantes que unidos férreamente triunfaron, no hubo distingo de clase para participar en la guerra libertaria, que continuaría como la pólvora hacia todos los horizontes de la serranía.

Latacunga ciudad agrícola e industrial, que debe su nombre a vocablos nativos, era cabecera administrativa de un vasto territorio que llegaba hasta donde las secuencias de los valles agrícolas son cercados por los elevados nudos cordilleranos.

En 1825 el Libertador Simón Bolívar nombró al jurista Vicente León y Arguelles presidente de la Corte Superior de Justicia del Cuzco, latacungueño ilustre y cuya fortuna donó para la fundación del prestigioso colegio que lleva su nombre, la provincia tomó el nombre de filántropo hasta 1851, cuando Juan Capistrano Quevedo del Pozo, delimitó sus extensos territorios fundándola como provincia de Cotopaxi.

Sus amplios valles desarrollaron la producción agropecuaria, estuvo entre los primeros territorios coloniales que desarrollaron la industria textil y de la pólvora, gracias a las numerosas ovejas que pacían en sus llanos y proveían el material, cuyas telas eran exportadas a Europa.

Sus tierras llegan al Litoral y a la Amazonía, tiene de todo, comida, artesanía y colorido escenario para el turismo local y extranjero. Feudos de caciques ancestrales, que marcaron las preferencias del último inca, Atahualpa, cuyos restos se cree reposan en esos lares vigilados por el hermoso pero terrible cono de fuego, el Cotopaxi.

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Las comarcas andinas ofrecen al viajero inusitados paisajes que varían de matiz cuando el sol camina, recorrer la extensa provincia de Cotopaxi es un exquisito goce de su naturaleza, su gente y su culinaria. Este mes celebra Latacunga el 199 aniversario de su independencia del imperio español, lograda gracias a la conjunción de sus habitantes que unidos férreamente triunfaron, no hubo distingo de clase para participar en la guerra libertaria, que continuaría como la pólvora hacia todos los horizontes de la serranía.

Latacunga ciudad agrícola e industrial, que debe su nombre a vocablos nativos, era cabecera administrativa de un vasto territorio que llegaba hasta donde las secuencias de los valles agrícolas son cercados por los elevados nudos cordilleranos.

En 1825 el Libertador Simón Bolívar nombró al jurista Vicente León y Arguelles presidente de la Corte Superior de Justicia del Cuzco, latacungueño ilustre y cuya fortuna donó para la fundación del prestigioso colegio que lleva su nombre, la provincia tomó el nombre de filántropo hasta 1851, cuando Juan Capistrano Quevedo del Pozo, delimitó sus extensos territorios fundándola como provincia de Cotopaxi.

Sus amplios valles desarrollaron la producción agropecuaria, estuvo entre los primeros territorios coloniales que desarrollaron la industria textil y de la pólvora, gracias a las numerosas ovejas que pacían en sus llanos y proveían el material, cuyas telas eran exportadas a Europa.

Sus tierras llegan al Litoral y a la Amazonía, tiene de todo, comida, artesanía y colorido escenario para el turismo local y extranjero. Feudos de caciques ancestrales, que marcaron las preferencias del último inca, Atahualpa, cuyos restos se cree reposan en esos lares vigilados por el hermoso pero terrible cono de fuego, el Cotopaxi.

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