Jayapura, Indonesia AFP
El balance de los disturbios más sangrientos en años en Papúa subió a 32 muertos, informó la policía el miércoles.
«La mayoría de las víctimas murieron por heridas de arma blanca, golpes o quemaduras graves«, dijo el portavoz, Ahmad Mustofa Kama. «La situación en Wamena», ciudad del centro de la provincia donde se han registrado la mayoría de las víctimas, «está ahora bajo control», declaró.
La policía registró 28 muertos en Wamena, donde cientos de jóvenes protestaron el lunes por un presunto incidente racista y varios edificios públicos y privados fueron incendiados.
Muchas víctimas murieron presas de las llamas y 66 personas resultaron heridas. En la capital provincial de Jayapura, un soldado murió apuñalado y tres civiles murieron de heridas de bala de goma.
El martes por la noche, la sede del distrito de Yalimo, cerca de Wamena, también fue incendiada, según la policía.
Papúa, parte occidental de la isla de Nueva Guinea, es escenario de disturbios desde hace más de un mes por manifestaciones y motines provocados por incidentes racistas contra la población autóctona. Reina también un resentimiento contra las fuerzas del orden y contra los indonesios procedentes de otras islas del archipiélago.
Este movimiento también ha impulsado los llamados a la independencia. Los disturbios en Wamena esta semana comenzaron cuando cientos de estudiantes de secundaria se reunieron para protestar contra declaraciones racistas atribuidas a un profesor en las redes sociales.
La policía desmintió esas declaraciones racistas. Por su parte, el Movimiento Unido para la Liberación de Papúa Occidental, que agrupa a varias organizaciones separatistas, denunció una masacre, afirmando que 17 estudiantes habían muerto a tiros a manos de las fuerzas del orden en Wamena.
Los balances del ejército y de los separatistas difieren, como ocurre a menudo en Papúa y no pueden ser verificados de forma independiente. El líder exiliado de esta organización, Benny Wenda, ha pedido una visita urgente de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet.
La provincia de Papúa vive una rebelión independentista esporádica contra el gobierno indonesio, que tomó el control de la región, rica en recursos naturales, en los años 1960, tras la colonización holandesa.
La parte oriental de la isla está ocupada por Papúa Nueva Guinea, un Estado independiente, desde 1975.