Hace algunos años a los pueblos indígenas y a las personas del sector rural se les consideraba aptos solo para la agricultura, ganadería y otras actividades relacionadas con el campo, nadie pensaba que podían administrar una institución financiera, y las grandes empresas enfocadas a las finanzas los calificaban como sujetos de crédito de alto riesgo, poco confiables y no rentables.
Solo la perseverancia y el deseo acérrimo de emprender y ayudar ha hecho posible que entidades que nacieron de ideas de las comunidades se catapulten como las principales instituciones de ahorro y crédito del país.
Esto siempre manteniendo la cultura, costumbres y por supuesto la idea de ayuda comunitaria.
Es el caso de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Indígena SAC, la primera institución crediticia que nació de las comunidades indígenas en 1982, en la comunidad de Palugsha, y que hoy con más de 60 mil socios y con 16 agencias a nivel nacional se posiciona como una de las pioneras en el apoyo al emprendimiento y la microempresa.
Y es que, en estos tiempos de crisis, donde una pandemia ha cambiado la forma de trabajo atacando a la frágil economía del país, es importante creer en la gente, así lo considera Verónica Barrionuevo Caiza, la nueva gerente de la Cooperativa SAC.
“La nueva normalidad de a poco exige que se debe perder el miedo y más allá de pensar en el crecimiento económico, hoy nos une la parte humana”, dijo al tiempo de señalar que hoy más que nunca el apoyo al pequeño comercio, al emprendimiento, a la pequeña empresa es fundamental.
Prioridad
A decir de Barrionuevo desde la crisis salen las mejores ideas gracias al esfuerzo de la gente, es así que desde que empezó la emergencia sanitaria se han visto nuevos emprendimientos como la confección de trajes de bioseguridad, mascarillas, la distribución de alcohol y desinfectantes, entrega de productos a domicilio, en fin, un sinnúmero de ideas que se plasman para sostener a la familia, pero que sin embargo no pueden cristalizarse sin el capital para fortalecerse.
“Son ellos los que necesitan de un acompañamiento y apoyo no solo con el microcrédito sino también con la asesoría”, mencionó la Gerente, quien además comentó que las personas de bajos recursos jamás se quedan ‘cruzados de brazos’, sino que emprenden de alguna manera y necesitan ese empuje.
De acuerdo con las estadísticas de la Cooperativa el 80% de los créditos son direccionados al microcrédito, es decir destinado al “pequeño emprendimiento, el comerciante, el agricultor, el ganadero, todos aquellos que en realidad sostienen la economía del país”, dijo Barrionuevo.
Para la empresaria si bien la pandemia requiere de todo nuestro respeto no hay que vivir en el miedo, sino más bien mover ya la economía, algo que los pequeños negocios y emprendimientos lo están haciendo, por lo que recomendó protegerse y aplicar todas las medidas de prevención.
Servicios
“Para enfrentar la crisis y sacar a flote los negocios se requiere innovar”, dijo la Gerente y aseguró que la Cooperativa SAC ha implementado canales de comunicación permanente con escuela de negocios dirigida a los socios a fin de que a través de la capacitación y el crédito fortalezcan sus emprendimientos.
“Aquí no solo se capacita para obtener un crédito, sino también cómo liderar su negocio con programación neurolingüística, calidad en la atención al cliente, gestión y más”, mencionó.
Además, cuentan con una amplia cartera de socios de toda índole albergados en una gran plataforma, donde se han generado vínculos comerciales importantes, así por ejemplo socios que se dedican a la confección de jeans han encontrado a personas que comercializan ropa y han creado nexos para la microempresa. (FCT)