Esta graminia puede ser plantada incluso en terrenos arenosos y puede combinarse con otras plantas.
Altamente recomendados para dietas para reforzar la presencia de calcio, como en el caso de las mujeres embarazadas, el chocho es una leguminosa andona que trae buenos beneficios a los agricultores que se deciden por él.
Es un producto que está recomendado como una alternativa de rotación y asociación con otros cultivos como cereales y tubérculos. Es decir, se puede sembrar tras la cosecha de papa, por ejemplo, con lo que la tierra se recupera hasta la siguiente siembra de ese tubérculo.
La otra opción es que se puede sembrar en conjunto con la quínoa y, de esta manera, conseguir beneficios entre las dos plantaciones, esto debido a que la raíz del chocho es tipo pivotante.
También se aconseja cultivarlo en altitudes de 2.600 y 3.400 msnm. Se recomienda sembrarlo entre diciembre y marzo de cada año, aunque este periodo se puede extender hasta abril.
Su siembra se puede realizar incluso en suelos arenosos, a los cuales hay que efectuarles trabajos de rastrado y surcado con yuntas o tractores. Para la fetilización se aconseja aplicar concentrados de fósforo durante la siembra y, durante la floración, abonos foliares. Se aconseja plantar tres semillas en cada orificio, a una distancia de 30 cms entre cada uno. Los surcos (guachos) deben tener un espacio de 60 cms entre ellos.
Uno de los problemas con el chocho es que es proclive a que permita el desarrollo de abundante maleza, para lo cual se recomienda un desherbado manual entre los 30 y 45 días de la siembra y, luego, cada 60 días.
Con respecto a las plagas, los expertos recomiendan aplicar únicamente cuando sea necesario y, de ser posible, con la experticia de entes como el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, el Ministerio de Agricultura y la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro.
La cosecha se debe realizar entre los 167 y 225 días de haber sido sembrada esta leguminosa. (JRI)