‘Hay que pagarle al Presidente para que ya no moleste a papá’

‘Hay que pagarle al Presidente para que ya no moleste a papá’
ENTREVISTA. Verónica Sarauz recibió ayer a La Hora en la sala de su casa.

La esposa de Fernando Villavicencio explicó de esa forma a sus hijos el pago de 47.000 dólares que le hizo a Correa.

Mientras Verónica Sarauz estaba en labores de parto, su esposo se enteraba de su condena a 18 meses de cárcel, la indemnización y la obligación de ofrecerle disculpas públicas al presidente, Rafael Correa. Era mayo de 2012. En un mismo día, la familia de Fernando Villavicencio recibió la felicidad de un nuevo hijo y la certeza de que a partir de ese momento no tendrían paz. Con mirada penetrante y voz quebrada, Sarauz rememora ese momento en el que, según ella, comenzó el “acoso” contra su familia.


Conoció a Villavicencio cuando ambos trabajaban en la Asamblea Nacional. “Me caía mal”, recuerda, “Fernando suele caer mal en su primera impresión”. Luego de meses de cortejo, en los que Villavicencio hizo gala de su aptitud para la poesía, Sarauz decidió comenzar una vida junto a él. Se casó con la ilusión de un matrimonio feliz y no se imaginó que la vida le iba a poner en una difícil situación para ella y sus hijos.


No se arrepiente. Cuando habla de su esposo, lo hace con orgullo. Cree que tres virtudes principales tiene Villavicencio: el desprendimiento, la honestidad y la valentía. “Es demasiado valiente”, dice Sarauz. Y cuenta que sus hijos sienten el mismo orgullo por su padre. De hecho, Martín, que tenía año y medio el día del conocido allanamiento a su casa, dice que de grande quiere ser como él.


Sarauz dice que su esposo es un hombre íntegro y le indigna que tenga que estar en la clandestinidad, mientras los beneficiarios de la corrupción que él denunció gozan con el dinero mal habido. A lo largo de estos años, Sarauz ha tenido que aprender a lidiar con los agentes que le seguían y que les tomaban fotos a sus hijos en el colegio, así como con la pérdida de amistades. “Algunos me veían como si tuviera la peste, por ser esposa de Fernando Villavicencio me negaban, en ellos hubo mucho miedo”, recuerda.


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El jueves pagó 47.307,60 como indemnización al Presidente, por el juicio de injurias relacionadas al 30-S. Cuenta que sus hijos no entendían por qué le tenían que dar esa suma al primer mandatario. “Tenemos que pagarle para que le deje de molestar al papá y a nosotros”, les respondió.


“Yo no creo en las coincidencias, las cosas en la vida pasan por algo”, dice Sarauz. Esa creencia, le llevó a confiar en el hombre que le hizo poemas para enamorarla y que ahora afronta una orden de captura por supuesta divulgación de información reservada. “Él quería entregarse, porque estaba cansado”, confiesa, “pero yo le dije que no se entregara porque yo recibo llamadas de amenazas que me dicen que su cabeza tiene precio”. Ella vive con el miedo permanente de perder a su esposo, y de que algo les pudiera suceder a ella o a sus hijos. Pero ellos no saben nada. “Son niños y tienen que vivir su infancia”, dice.


En Verónica Sarauz no solo hay miedo. Tiene mucha fuerza y una capacidad de enfrentar las adversidades. Hay días en que ha perdido el control. Como la ocasión en que se enteró de la boleta de captura contra su esposo y, al ver por la ventana, descubrió que agentes custodiaban su casa. “Esa noche me volví loca, bajé y les reventé las llantas de los carros”, confiesa, evocando la indignación que sintió. Luego explica: “Lo hice porque ya era el colmo, no nos dejan vivir en paz, el delito de mi esposo es investigar y evitar que corruptos se sigan robando el dinero del petróleo, que es de todos”. (MMD)

Frases

«Si no hubiera sido por Fernando no se hubiera descubierto la corrupción de Álex Bravo y Carlos Pareja Yannuzzelli”.

«Él quería entregarse, porque estaba cansado”.

«Yo no creo en las coincidencias, las cosas en la vida pasan por algo”.