EE.UU. acusa a Rusia de planear uso de bombas ‘ultradestructivas’

Habitantes de la población de Borodyanka, cerca de Kiev, miran el resultado de un ataque ruso.
Habitantes de la población de Borodyanka, cerca de Kiev, miran el resultado de un ataque ruso.

La embajadora estadounidense denunció ante la ONU que su país conoce que Moscú está moviendo bombas de racimo y termobáricas en Ucrania.

NUEVA YORK. Estados Unidos advirtió este miércoles (2 de marzo de 2022) que Rusia tiene previsto endurecer su campaña militar en Ucrania y dijo que el Ejército de Moscú está moviendo bombas de racimo y termobáricas en el país, armamentos muy criticados por su poder de destrucción.

«Hemos visto videos de fuerzas rusas llevando a Ucrania armas excepcionalmente letales, que no tienen cabida en los campos de batalla. Esto incluye municiones de racimo y bombas de vacío», señaló la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en un discurso.

Según Thomas-Greenfield, las indicaciones apuntan a que el Kremlin está «preparándose para aumentar la brutalidad de su campaña contra Ucrania«.

En el caso de las bombas termobáricas, debido a su potencia estas tienen la capacidad de afectar a personas ocultas en búnkeres refugios y cuevas. Según Human Rights Watch, su uso es especialmente peligroso en áreas urbanas.

Además, en redes sociales y algunos medios de comunicación se han visto sobre el terreno sistemas con munición termobárica, también conocida como bomba de combustible o bomba de vacío, aunque no hay indicaciones de que Rusia las haya usado.

Según organizaciones de derechos humanos, se trata de armas indiscriminadas y extremadamente peligrosas para la población civil, pues usan un combustible que al arder succiona el aire y es capaz de destruir los pulmones de personas que se encuentren en la zona.

En el año 2000, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció que Rusia había utilizado este tipo de armas en su ofensiva en Chechenia.

En 2017, Estados Unidos también utilizó municiones termobáricas para acabar con la resistencia de combatientes del Estado Islámico refugiados en cuevas en Afganistán.

En los últimos días, desde varias fuentes se ha acusado a Rusia de usar bombas de racimo contra zonas civiles, algo prohibido por convenciones internacionales.

Estas consisten en un proyectil hueco que se arroja desde tierra, mar o aire y que al acercarse a su objetivo se abre y libera bombas más pequeñas que se dispersan por la zona, causando mucho daño.

En una rueda de prensa en Washington, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo este miércoles que Estados Unidos está «documentando» cómo están afectando a los civiles los ataques rusos en Ucrania, para asegurarse de que Moscú «rinda cuentas por ello».

El jefe de la diplomacia estadounidense acusó a Moscú de lanzar ataques «indiscriminados» y posiblemente «deliberados» contra la población civil en Ucrania.

Por su parte, el presidente Joe Biden aseguró a periodistas que es «temprano para decir» si Rusia está cometiendo crímenes de guerra, aunque opinó que «está claro» que están atacando deliberadamente zonas de Ucrania donde hay mucha población civil. EFE

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