El vertido de crudo ocurrido en Perú y que se presumía pequeño se extiende ya por, al menos, cuatro kilómetros y afecta playas y zonas naturales
Redacción LIMA
El derrame de petróleo vertido desde la refinería peruana de La Pampilla a causa del tsunami provocado por la erupción volcánica de Tonga se ha extendido por al menos cuatro kilómetros de playas y las autoridades locales reclaman a la española Repsol mayor compromiso con la limpieza.
Pese a que la Refinería La Pampilla, operada por Repsol, señaló inicialmente que el vertido había sido de unos siete galones de crudo, este ya ha afectado varias playas y áreas naturales protegidas en el municipio de Ventanilla, de la provincia del Callao, aledaña a Lima.
«Ha pasado de ser un pequeño derrame a ser un desastre de proporciones», declaró el 18 de enero a RPP Noticias el alcalde de Ventanilla, Pedro Spadaro, mientras realizaba una supervisión a las playas de su distrito.
«Hay cuatro kilómetros de mar absolutamente negro, hay animales muertos que vuelven a las orillas, este es un atentado contra la ecología», resaltó Spadaro.
El alcalde lamentó que Repsol no haya invertido suficiente esfuerzo en la limpieza de las playas y que, además, la empresa no comunicara el derrame a las autoridades el pasado sábado. (EFE)