La derrota en Chile es un fracaso de la izquierda iberoamericana

Resultado. La propuesta de nueva Constitución recibió el rechazo del 62% de chilenos.
Resultado. La propuesta de nueva Constitución recibió el rechazo del 62% de chilenos.

La segunda ola de la izquierda en Iberoamérica recibió un duro golpe. Socialistas y la extrema izquierda, empujaron el Sí. Pero fracasaron. 

El referéndum constitucional que se celebró en Chile, este 4 de septiembre de 2022, es una derrota que supera las fronteras de ese país.

Con casi el 100% del escrutinio de los votos, la opción de rechazo alcanzó el 61,87%, el nulo 1,54% y el blanco 0,59%.

La opción que validaba la nueva constitución chilena, de 388 artículos, apenas alcanzó un 38,14%. 15,1 millones de personas fueron convocadas para la jornada electoral.

Con estos resultados, Chile le dijo No a la propuesta de carta magna que elaboró la Convención Constitucional, que reemplazaría a la de 1980.

Esta contundente derrota es un campanazo para las fuerzas de izquierda de la región, incluso de Iberoamérica.

Ese texto legal tuvo la mejor propaganda. Dentro de Chile se vendió como la más progresista, que iba a dejar atrás el texto diseñado en la era de Augusto Pinochet, retratado como el mayor mal de ese país. El cambio consistía en pasar del nefasto pasado al cambio esperanzador para el futuro. Y con un rostro como representante de la transformación, el del propio presidente Gabriel Boric. Era una normativa garantista de derechos, feminista, que promovía la plurinacionalidad. Ecologista. Palabras cautivadoras para la izquierda.

Todos embarcados

El joven mandatario recibió apoyo dentro y fuera de su país. Así, se unieron los distintos grupos políticos que están ideológicamente cerca de Boric. Incluso, el espaldarazo del Socialismo del Siglo XXI y de sus herederos.

Por ejemplo, la Internacional Progresista y el Grupo de Puebla, organizaciones que mantienen la esencia de las propuestas de la izquierda radical como vía de solución a los problemas en distintos países.

El Grupo de Puebla, con las firmas de los ecuatorianos Rafael Correa, Andrés Arauz, Gabriela Rivadeneria y Ricardo Patiño, incluso, emitió un comunicado pidiendo el voto por la aprobación.

Así también se pronunciaron en otros países. Por supuesto, los que están controlados por esa tendencia. Nicolás Maduro de Venezuela, Gustavo Petro de Colombia, Alberto Fernández de Argentina, por ejemplo, apoyaron abiertamente el nuevo texto.

Incluso, ayudaron autoridades del Gobierno de España, como la vicepresidenta Yolanda Díaz. Es más, el cofundador de Podemos y procesado por delitos de blanqueo y falsificación de documentos, Juan Carlos Monedero, estuvo en las oficinas de la campaña de Sí, sostenida desde el oficialismo.

La izquierda iberoamericana, gran parte radical, pidieron el voto favorable, y luego se han lamentado amargamente.

Así fue con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien emitió el mensaje más polémico. Él, luego de la derrota, trinó: “Revivió Pinochet”. Así mostró su inconformidad con la voluntad popular chilena. En su país no han dejado pasar el comentario, como lo hizo el excandidato a la Presidencia, Fico Gutiérrez, acusándolo de fomentar el odio.

El populismo se puede evitar

Actualmente, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina, México, Perú, Bolivia, Honduras, Colombia y España cuentan con gobiernos que siguen los postulados del socialismo y de la extrema izquierda.

Pero, aunque hay una ola de gobiernos de esa tendencia, cada uno de ellos lucha con problemas relacionados con la corrupción, la economía, el desempleo, falta de servicios básicos, pobreza.

Por ello, la derrota en Chile puede traducirse en un firme rechazo ante la propaganda y la falta de consensos.

De hecho, José Miguel Vivanco, letrado especialista en derechos humanos, le dijo al Washington Post, algo que precisamente va en esa línea. “Chile rechaza democráticamente una oferta populista, atractiva y seductora. Existe una suposición de que la región se está moviendo en dirección populista. Los chilenos están demostrando que no es inevitable”, apuntó.

Esta vez perdieron. El siguiente episodio es la elección presidencial de Brasil, el 2 de octubre. Ahí participa una de las estrellas de la izquierda populista iberoamericana, Lula da Silva. Él lidera las encuestas, pero Jair Bolsonaro, actual Presidente, acorta la diferencia semana a semana. (JC)