Cese al fuego pone a prueba ‘Paz total’ de Petro

FUERZA. Integrantes del ejército colombiano, en una fotografía de archivo.
FUERZA. Integrantes del ejército colombiano, en una fotografía de archivo.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirma que el éxito del alto el fuego depende más del ELN

Redacción BOGOTÁ

El cese al fuego con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que inicia este 3 de agosto de 2023, pondrá a prueba el plan de ‘paz total’ que impulsa el Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro.

Horas antes de que arranque de forma oficial la tregua de seis meses alcanzada el 9 de junio tras meses de diálogo, Petro dijo que el éxito del acuerdo dependerá más del ELN que del Gobierno.

Petro ha reconocido que se trata de un proceso complicado y que le preocupa que no existan «las condiciones y la madurez para asumir lo que significa (…) un proceso histórico» entre fuerzas sociales que son «muchas veces antagónicas», recogió RCN Radio.

Este 2 de agosto llegó a Bogotá procedente de Venezuela, la delegación de la guerrilla encabezada por Israel Ramírez Pineda, alias ‘Pablo Beltrán’, para asistir al evento en el que se ratificará el inicio de la tregua, asegurando que el ELN acatará los protocolos pactados, dejando claro que fuera de los tratos quedó la financiación de la guerrilla, como la extorsión y los secuestros.

El papel de la ONU

Mientras se hacían los preparativos para el acto oficial, la ONU votó una resolución para ampliar el mandato de su misión en Colombia con el fin de que esta apoye los diálogos del Gobierno con grupos armados del país y pueda encargarse de verificar el alto el fuego.

Esa medida se trató en el Consejo de Seguridad, en respuesta a una solicitud hecha por la Administración de Petro.

El Gobierno colombiano pidió a la ONU ampliar el mandato de su misión para que se encargue de verificar «los ceses el fuego acordados en el marco de la política de paz total«. EFE/EUROPA PRESS

El cese al fuego durará 180 días.

¿Qué incluye el cese al fuego?

El acuerdo firmado en La Habana -y los protocolos posteriores- engloba la suspensión de «operaciones ofensivas entre sí», incluidas las «acciones de inteligencia» y las dos partes podrán mantener «las acciones defensivas». Todo ello con el objetivo de «bajar la intensidad de conflicto».

No hay una lista de acciones concretas permitidas o prohibidas, sino que ambas partes se comprometen a «no realizar acciones prohibidas en el Derecho Internacional Humanitario (DIH)», el reglamento internacional que fija las reglas de la guerra.

Es decir, que ambas partes se comprometen a no realizar acciones que ya de por sí estaban prohibidas sin un cese, pues son violaciones graves y crímenes de guerra que ningún actor debería cometer aunque esté en guerra.