Redacciòn QUEVEDO.
Luego de que el reo Antonio Vera recibiera una puñalada con la punta afilada de una cuchara que le comprometió el corazón, salen a la luz las formas de cómo ingresarían las armas hasta el Centro de Rehabilitación Social de Quevedo.
Y es que de acuerdo con la coordinadora de la Zona 5 del Ministerio de Justicia, Mary Lima, la responsabilidad de que se ingresen armas y otros objetos prohibidos al centro carcelario es de los familiares de los reos.
Esto “a pesar de los controles que realiza la Policía en los exteriores y en algunas ocasiones los guías penitenciarios”, especificó Lima.
Situación
De acuerdo con la funcionaria, los últimos incidentes registrados (amotinamiento, decomiso de armas y el asesinato del reo), son consecuencias de la “difícil convivencia” que tienen los reos al estar encerrados en un mismo sitio. “A pesar de que reciben atención sicológica”, puntualiza.
Sobre las formas de cómo ingresan las armas detalló que los familiares se las ingenian para pasarlas. Mientras que otros, utilizan utensilios que tienen a la mano como: cucharas, tubos de camas, entre otras cosas.
Reacción
De su parte los familiares de los reos se muestran preocupados por los actos violentos que se están registrando en el interior de la cárcel y hacen un llamado a las autoridades para que se haga el traslado hasta otras cárceles, a los reos considerados más peligrosos.
Ana María C., madre de un interno sentenciado a 1 año por el delito de robo, explicó que no es justo que se tenga a todos los internos, algunos con mala conducta, revueltos. “Mi pensar es que se debe hacer una selección”, dice.
Según la madre de familia, en los tres meses que lleva visitando a su hijo se ha podido dar cuenta que en algunos pabellones, como en ‘El Guasmo’, donde han puesto a su hijo, hay violadores y hasta sicarios. “Ahí la vida es una tortura”, revela la mujer, quien asegura vivir con constante preocupación.
Otra mujer que se mostró preocupada fue Carmen Perales, madre de un joven que fue detenido en el cantón Valencia por tener en su poder 20 sobres de droga.
Desde su punto de vista, al interior de la cárcel no existe ningún tipo de rehabilitación “como se lo quiere hacer ver”. Asegura que en el interior existen muchas cosas oscuras que son conocidas por las autoridades pero que nadie se atreve a denunciarlas por temor a represalias.
Labor policial
Entre tanto, el jefe de la Policía en el Distrito Quevedo-Mocache, Camilo Patricio Sarabia, detalló que se encuentra trabajando junto a la directora de la cárcel y la Jefatura Política en un plan de seguridad estratégico que sirva para mejorar las condiciones en la cárcel. “Por ahora se ha redoblado la seguridad policial en la parte externa ya que la interna es competencia netamente del Ministerio de Justicia”, reveló el oficial a los medios de comunicación.
Otra forma de aportar en la seguridad del centro carcelario ha sido llevando una Unidad de Policía Móvil con la que esperan poder atender alguna emergencia con mayor rapidez. (MZA)
Cómo fabrican las armas
Extraoficialmente se conoció que los reos fabrican cuchillos limando las puntas de las cucharas con las que comen y se las roban del comedor. Otros en cambio utilizan tubos de las camas las cuales sirven como un objeto de defensa contundente.
Sobrepoblación
La Coordinadora de la zona 5 del Ministerio de Justicia, Mary Lima, explicó que al momento existen 710 reos en la cárcel de Quevedo y que existe capacidad para 450, “lo que significa una sobrepoblación como lo existe a nivel del país”.
Según la funcionaria, para palear en algo el exceso de reos, que ingresan a diario, se está analizando realizar un traslado hasta otras cárceles pero aún no se tiene prevista la fecha.