Tatuajes, tema de preocupación entre quienes portan uno

J. TATUAJE 1
SALud. Varias técnicas se usan para cubrir las marcas. Los fines de semana llegan más personas a cubrírselos.

La mayoría de personas han optado por cambiar de figura, otro prefieren borrarlos con láser; todo por temor.

Desde el inicio del conflicto armado interno, decretado por el Gobierno Nacional, ciudadanos con tatuajes temen ser detenidos por agentes policiales o miembros de las Fuerzas Armadas.
Esto se debe a que, durante los operativos de la fuerza pública, se verifica que las personas no tengan tatuajes que los identifiquen como integrantes de bandas criminales.
La situación fue tomando fuerza a medida que los días pasaban, causando temor y provocando que quienes poseían estas marcas optaran por cubrirlas o eliminarlas.
Juan C., quien tiene la figura de un león tatuada en su brazo izquierdo, dijo que se vio obligado a ocultar el dibujo con una imagen religiosa, a pesar de que la figura del animal no tiene ninguna conexión con algún Grupo Delictivo Organizado (GDO).
El hombre expresó que la decisión de tatuarse fue personal y no con la intención de identificarse con algo o alguien.
“Lo hice por iniciativa propia, porque quería hacerlo, no se trata de que me identifique con algo en particular. Me parece que hay cierta confusión con esta disposición por parte de la fuerza pública y eso debe aclararse a tiempo”, dijo.

Moda y recuerdos

César B., quien lleva tatuado un alacrán en uno de sus antebrazos, afirmó que, por el momento, no percibe ninguna forma de discriminación, a pesar de lo que se ha sugerido por parte de otras personas con tatuajes en sus cuerpos.


“No es discriminación, es miedo, porque podría haber confusión por parte de aquellos que llevan algún tipo de tatuaje. Me hice este dibujo hace unos quince años, cuando las organizaciones delictivas aún no eran prominentes en el país. Es mejor cubrirlos por ahora o no salir de casa hasta que las cosas se calmen”, explicó César.

Oficio

Jordan M., un tatuador profesional de Quevedo y que atiende a visitantes de varios cantones de la provincia y el país, señaló que su negocio ha experimentado un crecimiento desde finales del mes de enero.
La mayoría de los clientes han acudido a su establecimiento con el objetivo de cubrir o un realizarse un ‘cover up’, (técnica para rediseñar un tatuaje antiguo) o un ‘blackout’, que consiste en pintar de negro el tatuaje anterior, especialmente cuando la figura tiene relación con la de un animal salvaje, como un lobo, tigre, alacrán, águila, entre otras especies.
Destacó que, aunque parezca mentira, son más personas de la zona rural las que buscan taparse un tatuaje o cambiar el diseño, y es durante los fines de semana cuando llegan hasta su negocio.
“No hay discriminación, es miedo. Los clientes me comentan que no se sienten rechazados ni aislados y que la fuerza pública o las autoridades encargadas del control en este ‘Estado de Guerra’ deberían aclarar el tema y evitar confusiones”, agregó.


Además, detalló que lo que sí le preocupa en la actualidad es que, con el pasar de los días o meses, el negocio tienda a la baja porque las personas ya no querrán, al menos en Ecuador, lucir un tatuaje por el temor a ser confundidos o rechazados en ciertos lugares al ser asociados con pertenecer a algún GDO.
“Con el pasar de los meses veremos cómo va esta situación, porque en realidad, quienes se hacen algún tatuaje, ya sea en dibujo o letras, es porque quieren tener impregnados en su piel algún recuerdo personal o familiar; otros lo han hecho por diferentes motivos, no todos son delincuentes”, dijo el tatuador.

Disposición

Ángel Carrillo, abogado de profesión, argumentó que por el momento no se puede detener a ninguna persona que posea tatuajes, ya que no existe una disposición basada en la Ley o Decreto que aclare este tema.
Para él, hacerlo constituiría una vulneración de los derechos de la persona.
También aclaró que las fuerzas del orden, en este caso, la Policía, han establecido como nuevo requisito para formar parte de sus filas, no tener tatuajes.
La implementación de este requisito coincide con la lucha contra el crimen organizado, cuyos miembros suelen tener marcas específicos.
Hay que recordar que el 9 de enero pasado, el presidente de la República, Daniel Noboa, firmó el decreto 111, que identifica a 22 grupos del crimen organizado como terroristas, incluido Los Lobos, cuyos miembros suelen tatuarse la imagen de este animal. (LL)