Cuatro jóvenes asesinados al estilo sicariato en Babahoyo

muerto
SEGURIDAD. Ciudadanos exigen que se tomen medidas concretas que solucionen la violencia que afecta al cantón Babahoyo.

Políticos y ciudadanos exigen a las autoridades medidas urgentes y contundentes.

La ciudad de Babahoyo se sumerge en el horror y la consternación tras la oleada de violencia que ha cobrado la vida de cuatro jóvenes en un lapso de menos de 24 horas. Los escenarios de los crímenes, dispersos por diferentes puntos de la ciudad, reflejan la crudeza y la impunidad con la que operan los sicarios.

El primer ataque armado se registró en la ciudadela Muñoz Rubio, aproximadamente a las 15h30, dónde pistoleros acabaron con la existencia del joven Byron Santos Mayorga conocido como la “Figurita”, quien fue victimado mientras conversaba con un grupo de amigos.

Poco después, aproximadamente cuatro horas más tarde, la misma ciudadela Muñoz Rubio fue testigo de otro acto de barbarie, donde Anthony Cruz y Geovanny Montes fueron baleados, resultando gravemente heridos. Montes fue trasladado de urgencia al hospital Martín Icaza, pero lamentablemente falleció minutos después de su ingreso. Cruz, por su parte, no logró sobrevivir a las heridas y perdió la vida en el hospital del IESS, confirmando su deceso apenas 30 minutos después del ataque.

La mañana del miércoles trajo horror a la ciudad, cuando Kelvin Bajaña, un joven vendedor de sándwiches, fue brutalmente asesinado con al menos seis disparos mientras atendía su puesto de trabajo. Su cuerpo quedó tendido en la vereda, ante la mirada impotente de vecinos y familiares, quienes presenciaron con horror la violencia que asola su comunidad.

asesinados

Estos crímenes se suman a una estadística de muertes violentas en la provincia de Los Ríos, que bordea los 200 casos, y en el Distrito Babahoyo, donde se registra un total de 63 personas fallecidas a causa de ataques con armas de fuego.

Ante esta ola de violencia desenfrenada, políticos y ciudadanos exigen a las autoridades medidas urgentes y contundentes para combatir la criminalidad en Babahoyo. El clamor por endurecer los controles y militarizar la ciudad se hace cada vez más fuerte, en un intento desesperado por detener la espiral de violencia que mantiene en vilo a la comunidad. (DG)