La crisis económica la lleva a prostituirse

J. PROSTITUCION 1
OFICIO. En El Empalme la prostitución se ejerce en algunas esquinas.

‘Isabel’ tiene cinco meses de embarazo y se ‘para’ en una esquina de El Empalme a ejercer su profesión.

Es de tez morena, no tan alta y aún conserva los rasgos de una belleza exótica que poco a poco ha cedido con el tiempo.

Con exactitud recuerda sus anhelos de niñez y juventud, quería ser profesora o psiquiatra, pero por ‘cosas del destino’, como ella lo dice, no lo consiguió.

Muy poco se la ve sonreír, solo lo hace cuando se le acerca un posible cliente y debido a la competencia que tiene debe sacar a relucir todos sus atributos, pero su avanzado estado de gestación no lo permite, al menos como ella quisiera.

‘Isabel’, (nombre protegido), está por cumplir 35 años de edad. En cuatro meses nacerá su quinto hijo, casi todas las mañanas se la ve parada en alguna esquina en la vía Guayaquil, en El Empalme, provincia del Guayas.

Trata de pasar por desapercibida y cuando puede se oculta tras el pilar de alguna casa o local comercial, le avergüenza que la vean prostituirse estando embarazada.

Termina de enviar un mensaje de voz, levanta su mirada y cuenta que lleva en este oficio alrededor de tres años, empezó luego que su cuarto esposo la llevara ‘a la fuerza’.

“Él trabajaba bien, era ayudante de albañilería, y comenzó a juntarse con una gente media rara; ya llegaba borracho y drogado, dejó de ir al trabajo y me pedía más y más dinero’’, dijo la mujer, ambos vivían en Buena Fe.

Hace otra pausa para responder otro audio y prosigue. Comenta que en esos tiempos ella laboraba en un comedor  y que era muy poco lo que ganaba, un día, ‘el hombre que le había jurado amarla’ la llevó hasta El Empalme, en primera instancia fueron hasta dos prostíbulos, pero no la aceptaron, según porque todos los cuartos ya estaban ocupados.

Por sugerencia de un amigo, la ‘paró’ en una de las esquinas frente al Mercado Central junto a otras mujeres, todas mayores de 30 años de edad.

‘‘Es claro que me sentía confundida, todas me miraban de pie a cabeza, incluso una de ellas quiso como botarme con un corta uñas’’, sostiene.

Clientes

A las dos horas de estar parada ‘Isabel’ tuvo su primer cliente. En sus propias palabras se trató de un ‘viejito’ de más de 60 años.

‘‘Se me acercó, me preguntó cuánto cobraba, nos fuimos hasta la pensión y la experiencia no fue la mejor de todas’’, comenta.

Sobre su familia es muy cuidadosa al hablar, prefiere no hacerlo. Se limitó a decir que sus cuatro hijos son todos menores de edad y que ha comprometido por cuatro ocasiones. Sus dos primeros esposos la abandonaron, el tercero murió en un accidente de tránsito y el último está en prisión por dedicarse a la venta de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

‘‘Me quedé sola, con cuatro niños y embarazada, nadie me dio trabajo, me tocó prostituirme de nuevo, en realidad solo dejé de hacerlo casi un mes, pero otra vez vine y no sé qué pasará después’’, relata.

Sus hijos oscilan entre los dos y ocho años de edad, tres de ellos estudian y no ha logrado comprar los uniformes, zapatos ni nada que les permita ir a clases. El menor de todos está enfermo y apenas tuvo para llevarlo al hospital de Buena Fe donde le atendieron y mandaron a comprar medicinas en farmacias particulares.

‘‘Me tocó prestar al interés $50 y a diario debo pagar $2,50 por un mes, para el bebé que estoy esperando no le he comprado nada de nada’’, finaliza. (JO)

LA CIFRA

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ESQUINAS

Son ‘utilizadas’ en El Empalme para prostituirse, llegan mujeres de diversas edades y de varias partes del país.

NOTA RELATIVA

En cifras

En el año 2020, 67.000 mujeres se dedicaban al trabajo sexual, de las cuales 54.000 son jefas de hogar, lo que demuestra que la prostitución, según los profesionales, es el camino más viable de muchas mujeres en condición de pobreza.