429 años de peregrinación de la Virgen del Cisne

429 años de peregrinación de la Virgen del Cisne
SALIDA. Iniciando la peregrinación desde El Cisne

La Virgen del Cisne, conocida cariñosamente como la ‘Churonita’ debido a su largo y rizado cabello, inicia su viaje anual hacia Loja, atrayendo a miles de fieles que la acompañan en una travesía de fe y devoción.

El fervor religioso se hace presente nuevamente en Loja con la llegada de la Virgen del Cisne en su peregrinación anual. Esta tradición arraigada en la comunidad ecuatoriana congrega a alrededor de 500,000 peregrinos cada año, en su mayoría mestizos e indígenas, que se unen en una procesión de devoción y esperanza. El recorrido de la imagen desde El Cisne hasta Loja se realiza en tres etapas, pasando por Catamayo en el camino, y culminando con una fervorosa bienvenida por parte de la ciudadanía lojana.

Historia

429 años de peregrinación de la Virgen del Cisne
TRAYECTO. La romería recorre 75 kilómetros en tres días. Fotografía tomada del Municipio de Loja.

En 1594, en el sector rural de Quisne (quichua) en la región de Ambocas, se registra un acontecimiento trascendental: la aparición de la Virgen María. Esta revelación, que tuvo lugar en lo que hoy es conocido como La Casa del Peregrino en la parroquia El Cisne, marcó el inicio de una devoción arraigada en la cultura ecuatoriana.

La Virgen se manifestó a una pequeña pastora, quien según la tradición jugaba con la imagen y compartía momentos de hilado del algodón. En ese entonces, El Cisne enfrentaba una grave sequía y una plaga de ratas que devastó los cultivos, desencadenando una hambruna. En respuesta a esta situación, la Virgen instó a la niña a construir una réplica de su imagen y un templo en su honor, prometiendo lluvias y prosperidad agrícola.

Los habitantes de la comarca siguieron las indicaciones de la Virgen y construyeron la réplica e iglesia, lo que resultó en el cumplimiento de su promesa: las lluvias regresaron, los campos reverdecieron y la comunidad experimentó bendiciones notables. Esta aparición marcó el inicio de una devoción duradera y dejó una marca indeleble en la historia local.

En 1829, otra figura histórica dejó su huella en la historia de la Virgen del Cisne. Simón Bolívar después de visitar El Cisne, emitió un decreto oficializando la unión de la feria de Loja y la veneración a la imagen de la Virgen del Cisne en la capital de la provincia. Este decreto autorizó el traslado anual de la imagen para presidir las festividades comerciales.

La travesía entre El Cisne y Loja, que abarca desde el 17 de agosto hasta el 17 de noviembre, se convierte en un período de tres meses simbólico. Esta duración, que coincide con el tiempo de gestación que la Madre de Jesús esperó durante su visita a su prima Santa Isabel, se convierte en un símbolo de renovación espiritual y esperanza para los creyentes que participan en la peregrinación.

A pesar de la falta de documentos históricos precisos que respalden estas apariciones, la historia de la Virgen del Cisne ha sido transmitida a través de generaciones, marcando una devoción profunda en la cultura ecuatoriana. Este legado de fe y las experiencias compartidas por los devotos continúan enriqueciendo la historia y su influencia en la sociedad ecuatoriana.

Recibimiento

La Virgen, considerada una de las advocaciones marianas más prominentes de Ecuador, es honrada durante la peregrinación con celebraciones religiosas, rezos y actos de devoción. Su presencia atrae a miles de fieles que se preparan con semanas de anticipación para dar la bienvenida a la ‘Churonita’ en Loja.

Cada 17 de agosto marca un momento especial en la vida de los lojanos y de aquellos que viajan desde diversas partes del país y del mundo para unirse en este acto de fe. La peregrinación de la Virgen del Cisne es un recordatorio tangible de la relación arraigada entre la religión y la cultura en Ecuador, donde la devoción se une con la historia y las tradiciones.

La ‘Churona’ no solo evoca la conexión espiritual, sino también la unión comunitaria que se manifiesta en las multitudes que llenan las calles de Loja y el santuario de la Virgen. A medida que el país enfrenta desafíos, los lojanos y los devotos de la Virgen del Cisne buscan en su peregrinación un refugio de esperanza y una oportunidad para renovar su fe en tiempos inciertos.

Romería 2023: cambios y anticipación

En un giro excepcional para este 2023, debido a las Elecciones Presidenciales y Legislativas Anticipadas, este evento anual, que simboliza una profunda devoción y espiritualidad para los fieles, se verá afectado por modificaciones en su programación.

En lugar de su fecha habitual del 17 de agosto, la romería tendrá lugar a partir del 23 de agosto, marcando un cambio significativo en su cronograma. Durante este tiempo, la imagen de la Virgen emprenderá su camino desde su parroquia de origen, San Pedro de la Bendita, Catamayo, hacia la ciudad de Loja.

429 años de peregrinación de la Virgen del Cisne
RETORNO. Después de 3 meses en Loja, la sagrada imagen de la virgen regresa al Santuario de El Cisne.

Este peregrinaje extraordinario tendrá una duración de tres días, concluyendo el 26 de agosto cuando la Virgen del Cisne arribe a la ciudad de Loja. A pesar de la anticipación de las elecciones, la devoción y la pasión de los fieles por acompañar a la Churonita en su recorrido se mantiene inquebrantle.

Este cambio en la programación, si bien atípico, no disminuye el fervor y la profunda conexión espiritual que los creyentes tienen con la Virgen del Cisne. La romería de este 2023 continúa siendo un acto de fe y devoción, demostrando que la conexión entre los fieles y la Virgen trasciende cualquier circunstancia.

TOME NOTA

Este año, la romería marca 429 años desde que la primera peregrinación tuvo lugar. La Virgen del Cisne continúa siendo un faro de devoción y un símbolo de unidad para los creyentes que, año tras año, llenan las calles de Loja para recibir con amor a la ‘Churonita’.

EL DATO

Los priostes se encargan de armar la fiesta religiosa todos los días de la celebración.