Actualmente se trabaja en un plan de limpieza y retiro de escombros, aunque afirman que es insuficiente para terminar con las inundaciones.
Redacción IBARRA
La basura y los escombros en diversas quebradas que atraviesan la ciudad de Ibarra, por sectores residenciales, históricamente han provocado inundaciones que dejan innumerables daños materiales y problemas a los vecinos de partes altas y céntricas.
Ante esto, la Alcaldía de Ibarra inició un plan de limpieza de basura y retiro de escombros, a través de mingas con trabajadores municipales, así como de la Empresa de Agua Potable (Emapa-I) y de la Empresa Pública de Movilidad (Movidelnor), junto a moradores de los sectores cercanos a las quebradas.
El alcalde Álvaro Castillo señaló que el control de inundaciones es complejo, pues se requieren entre $6 millones a $7 millones para implementar un plan integral que solucione el problema. Al menos así lo afirmó en un conversatorio ciudadano por sus 100 días de gestión.
Agregó que uno de los males detectados es la gran cantidad de materiales acumulados en los cauces naturales de agua. Esta es una de las causas de inundaciones en la ciudad.
“Hay tramos de las quebradas con material, piedras, ripio, arena, del alto de un edificio, en pleno cauce, entonces llueve más arriba y se represa por causa de todos estos materiales”, dijo.
Sin embargo, reconoció que la limpieza de quebradas que se ejecuta actualmente no es una solución definitiva para las inundaciones, que suelen atravesar la urbe en época de lluvia, anunciando que espera conseguir apoyo de la cooperación internacional para financiar los estudios de un plan que sí brinde resultados totales.
“Estamos haciendo obras elementales, hasta que nos dé resultado el pedido a la cooperación coreana, de que nos financien los estudios, porque esos sí son caros, porque es ingeniería de drenaje y de escorrentías, para lo que no hay muchos ingenieros en el país. Eso es caro. Queremos que nos financie la cooperación coreana, que ya nos ha financiado en el pasado varias cosas, y la ejecución más o menos bordearía los $6 millones a $7 millones”, explicó.
Castillo aseguró que, por el momento, a la par de la limpieza de quebradas, se construyen muros ataguías, con rocas inmensas, para que resistan un poco la presión del agua que baja cuando llueve y evite en cierto grado las inundaciones de zonas históricamente afectadas, como el sector de Ajaví.
“Empezamos a limpiar esas represas naturales, porque hacen que el agua se represe, se desborde y se lleve la arena y la piedra hacia abajo, haciendo que se tape el canal de Ajaví, que rebosa, se tapan las alcantarillas y se inunda la ciudad, así de fácil (…). Al bajar la velocidad del agua, baja la energía, haciendo que puedan rebozar estos diques de manera más lenta, de tal forma que el canal de Ajaví pueda servir”, señaló.
El Alcalde también extendió su pedido a la ciudadanía de tomar conciencia y evitar botar escombros o basura en las quebradas, afirmando que de nada sirve el trabajo municipal sin la cooperación de la población.
“Esto es de titanes, porque se va y se limpia la quebrada, donde hemos sacado volquetas de plástico, de galones ya utilizados, de fundas plásticas, de animales muertos, de palos, madera, pero después de 15 días otra vez está el problema (…). Ya no sabemos cómo actuar sinceramente, si debemos poner guardias, pero es imposible porque son kilómetros de kilómetros de quebradas. Entonces no estamos haciendo ninguna solución final. La solución final llegará cuando podamos hacer verdaderos diques para bajar la energía y podamos hacer canales interceptores para ir directo al Tahuando y directo al río Ajaví. Eso es mucho dinero”, finalizó.
Entre las zonas intervenidas consta la quebrada Las Flores, Seca, sector de San Clemente, El Naranjito, Ejido de Caranqui, Av. Camilo Ponce, río Ajaví, entre otros.
“Hay que decirle a la ciudadanía que la limpieza de quebradas no me garantiza nada, que la limpieza de sumideros tampoco me garantiza mayor cosa”.
Álvaro Castillo, alcalde de Ibarra
“Solicitamos a la ciudadanía no arrojar basura en las quebradas”.
Daniel Fuertes, director municipal de Gestión Ambiental