En toda la provincia, en los primeros nueve meses del año, se han reportado más de 2.000 llamadas de este tipo.
Redacción IBARRA
El promedio diario de llamadas al ECU-911 por violencia de género, a nivel nacional, son 300, según las estadísticas de los organismos de socorro.
De esta cifra, en la provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador, la media es de 8 a 10 casos de este tipo, mostrando un incremento en los últimos dos años, incluso en 2021 y lo que va de 2022 superando a las estadísticas dadas en medio de las restricciones de movilidad y confinamientos por la pandemia de COVID-19
Daniela Saltos, directora general (e) del ECU-911, informó que la institución maneja un mapa de incidentes, donde estas agresiones se incluyen en la tipología “clave roja”, que son situaciones en las que hay riesgo inminente a la vida de las personas, razón por la que se activan inmediatamente las unidades de seguridad y auxilio más cercanas al punto del reporte.
A nivel de las 24 provincias de Ecuador, expuso que en los primeros nueve meses de 2022, a escala nacional, se ha coordinado la atención para 84.958 reportes de violencia contra la mujer u otros miembros del núcleo familiar. El 58% corresponde a agresiones psicológicas, el 29% a violencia intrafamiliar, el 13% a violencia física y un mínimo porcentaje se refiere a violencia sexual.
Las estadísticas del ECU-911 señalan que la frecuencia diaria de este tipo de emergencias, en 2022, es de 309 en todo el país. Los horarios en que más se producen estos episodios violentos fluctúan entre las 19:00 y 00:00 de todos los días de la semana.
De los 84.958 casos de violencia de género nacionales, 49.150 (58%) son por violencia psicológica, 24.866 (29%) por violencia intrafamiliar, 10.788 (13%) por violencia física y 154 por violencia sexual.
En Imbabura
Dentro de la provincia de Imbabura, en sus seis cantones, de enero a septiembre de 2022, el ECU-911 ha recibido 2.344 llamadas referentes a violencia de género, donde la ciudad capital, Ibarra, tiene el 58% de todas las alertas, con 1.348.
En el resto de cantones, el porcentaje de las llamadas no alcanza ni la mitad de las registradas en Ibarra, donde se divide de la siguiente manera: Otavalo 22%, Antonio Ante 10%, Cotacachi 6%, Pimampiro 3% y Urcuquí 1%.
Héctor Paredes, coordinador zonal del ECU-911, expuso ante el medio universitario UTV que la situación preocupa no solo por el número de llamadas sobre este tema, principalmente en Ibarra, sino por las instituciones que se han presentado cuando los organismos de emergencia acuden a este tipo de llamados.
“En la mayoría de casos cuando el agresor está bajo la influencia del alcohol u otra sustancia, cuando llega la Policía Nacional o los funcionarios del Ministerio de Salud, la ciudadanía se opone al procedimiento, incluso a veces la misma persona agredida, exponiendo que han hablado, solucionado; o salen los vecinos a evitar que se genere la intervención, lo que está dificultando, más que llegar a una solución, a evitar que se sigan generando estos actos de violencia contra la mujer”, dijo.
“Tenemos casos de niños que llaman al 911 y dicen: estoy debajo de mi cama y veo que mi papá le agrede mi mamá; o de mujeres que se esconden en un armario porque ya llega alterada la pareja”, añadió.
Perder el miedo a denunciar
Para la psicóloga María José Guevara, uno de los principales problemas de la violencia de género es el temor de las personas a denunciar a sus victimarios, por lo que afirma que muchos casos quedan fuera de las estadísticas.
“Lo importante es no quedarse callados, denunciar, salir del silencio, del anonimato, no normalizar la violencia machista, que está tan arraigada en nuestras sociedades”, dijo.
Agregó que al alertar sobre las agresiones no se rompe el ciclo de violencia, ya que muchas veces, al ser parte del mismo círculo familiar o emocional, en la mayoría de casos hay reincidencia de ataques psicológicos y físicos.
“Aparte de alertar sobre lo que está sucediendo, es necesario hacer un acompañamiento de cada caso. Muchas veces quedan secuelas en las víctimas, así como en los entornos de familia que han presenciado estos actos”, expuso.
Precisamente, desde el ECU-911 detallaron que el servicio integrado de auxilio tiene un protocolo interinstitucional específico para atender estos casos. El apoyo y la asistencia oportuna a las víctimas de este tipo de violencia son integrales. Se brindan con instituciones de derechos humanos.
“Nos solidarizamos con las personas que han sufrido estas agresiones y ratificamos nuestro compromiso diario de coordinar la atención de estos reportes. Todos debemos colaborar para la erradicación de esta problemática”, enfatizó Daniela Saltos.
De enero a septiembre se reportaron 1.985 llamadas de violencia de género en Imbabura, con un promedio de tres al día. En 2022 superan las ocho diarias.
Estadísticas de llamadas por violencia intrafamiliar en Imbabura
Enero – septiembre 2022
Ibarra: 1.348
Otavalo: 499
Antonio Ante: 242
Cotacachi: 148
Pimampiro: 72
Urcuquí: 31
*Fuente: ECU-911
Llamadas mensuales en Imbabura por violencia intrafamiliar
2021 2022
Enero 261 257
Febrero 291 326
Marzo 261 306
Abril 270 284
Mayo 296 261
Junio 256 215
Julio 328 249
Agosto 398 260
Septiembre 304 186
*Fuente: ECU-911