Miles llegaron a la capital provincial, para que su protesta no solo se concentre en cantones como Otavalo y Cotacachi.
Redacción IBARRA
Ibarra se paralizó. Negocios e instituciones públicas y privadas, que habían funcionado con relativa normalidad desde el inicio de las movilizaciones nacionales, se vieron obligados a cerrar sus puertas este jueves 16 de junio de 2022.
El cuarto día de protestas lideradas por grupos indígenas, tuvo en Imbabura a su jornada más fuerte. A los cierres viales, que se mantienen en al menos una decena de puntos, impidiendo la conexión con el resto del país, se sumó una multitudinaria marcha que llegó hasta la capital provincial, donde funcionan la mayor parte de instituciones del Gobierno.
Uno de los motivos para salir de sus fortines en Otavalo y Cotacachi fue que se evidencie su inconformidad. Los dirigentes consideran que mientras todo esté funcionando normalmente, no serán escuchados.
“Hemos venido con objetivos claros a la capital de la provincia. Con los dirigentes hemos resuelto que realmente es necesario visibilizar la presencia y la inconformidad de todos los imbabureños hacia el Gobierno nacional”, dijo José Catucuago, presidente de la FICI, filial de la Conaie, que aglutina a las organizaciones indígenas de la Sierra Norte.
Agregó que la decisión de llegar a Ibarra, principalmente, era para “decir que no somos un grupo, sino miles de compañeros que estamos inconformes”.
Nadie trabaja
Y así fue. Miles de personas, en su mayoría indígenas, ingresaron a Ibarra, donde marcharon por las calles y prácticamente paralizaron toda la ciudad.
En camiones, camionetas, plataformas, buses escolares, a pie o danzando, llegaron desde las 10:30 hasta el ingreso sur, por la Panamericana, vía que está bajo su control, pues mantienen bloqueos que impiden el tránsito fuera de la provincia.
Lo primero que hicieron fue organizarse y quemar llantas. Eso marcó la toma de la ciudad, pues a su paso no encontraron mayor resistencia y solo hubo temor entre quienes se vieron obligados a cerrar mientras escuchaban sus consignas, silbidos y cánticos.
Los dos centros comerciales más grandes de Ibarra, más de una decena de entidades bancarias, farmacias, panaderías y negocios de todo tipo vivieron una “jornada de miedo”, según sus trabajadores.
Desde que anunciaron que llegarían a la capital provincial, todos tomaron precauciones. Los que quisieron oponerse a cerrar y seguir funcionando, terminaron cediendo a la presión de centenas de personas que, con palos en mano, corrían hasta las puertas de los locales abiertos. Así, al apuro, como sintiendo que algo malo podría pasarles si se oponían, inmediatamente bajaban las puertas y buscaban refugio.
“El centro comercial funcionó con normalidad hasta las 11:00. En ese momento comenzó a llegar la marcha y gritaron que cerremos, pidiéndonos que dejemos de trabajar, pero no de favor o de buena manera, sino enojados, con amenazas y queriendo pasar por encima nuestro”, dijo uno de los guardias de seguridad.
Piden la salida de Lasso
Los manifestantes marcharon por los mercados, el centro histórico, el comando de Policía y el Consejo Nacional Electoral (CNE). En este último sitio solicitaron la revocatoria del mandato de Guillermo Lasso.
Luego de más de tres horas de recorrido solo en Ibarra, hasta donde llegaron de comunidades rurales del mismo cantón, así como de Antonio Ante, Otavalo y Cotacachi, al menos mil personas se concentraron en el Obelisco, donde escucharon sus líderes y pidieron la presencia del gobernador, Arturo Fuentes.
La autoridad tuvo un breve encuentro con los manifestantes, tras una de las vallas de seguridad que protegen edificio gubernamental, pero sus palabras estuvieron lejos de calmar los ánimos y las amenazas de tomarse instituciones públicas y consignas contra Lasso y sus funcionarios siguieron.
“Nosotros hemos venido en una marcha pacífica, pero esto se radicaliza en territorio (…). La Unorcac, con varios cabildos, varias organizaciones, hemos dicho que no queremos más negociaciones con nadie (…). Imbabur, en este momento, pide la salida del presidente Guillermo Lasso”, dijo uno de los indígenas, con micrófono en mano, parado sobre las vallas que impedían el paso a la Gobernación, con la multitud de protestante en frente y el cerco policial en sus espaldas.
Los manifestantes afirmaron que ya no solicitan los 10 puntos que motivaron el paro nacional, sino la salida del Gobierno.
Pasadas las 17:00 comenzaron a abandonar la ciudad,, anunciando que habrá resoluciones nuevas que se tomen esta noche en cada comunidad, por lo que el paro se mantiene y se radicaliza en Imbabura.
Al menos 10 tramos entre San Antonio de Ibarra y Cajas, que conectan a Imbabura con la capital y el resto del país, mantienen bloqueos por cuarto día consecutivo.