Un año esperando el arreglo de la vía Lita – San Lorenzo

Derrumbe. Así luce el tramo vial, desde hace un año. Los autos pasan por medio de los escombros que bajaron de la montaña y se llevaron la carretera asfaltada.
Derrumbe. Así luce el tramo vial, desde hace un año. Los autos pasan por medio de los escombros que bajaron de la montaña y se llevaron la carretera asfaltada.

Uno de los tramos de la carretera que une a Imbabura y Esmeraldas aún espera por una solución.

Redacción IMBABURA

Desde hace un año, el tránsito se da en medio de un derrumbe que hizo que prácticamente media montaña se viniera abajo, destruyendo un tramo de la carretera asfaltada que une a las provincias de Imbabura y Esmeraldas, en el norte de Ecuador.

Tras el suceso, en diciembre de 2021, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) anunció la “intervención inmediata” de la vía. Incluso se declaró una emergencia en marzo de 2022, para poder contar con todos los recursos económicos necesarios que permitan rehabilitar el tramo.

Sin embargo, a casi un año de lo sucedido, los habitantes de comunidades de Imbabura, Carchi y Esmeraldas, que son los más afectados por el cierre vial, denuncian la falta de atención de las autoridades, el lento avance en los trabajos de rehabilitación y la poca o nula participación del Estado para solucionar los problemas paralelos que les ha traído el cierre vial.

Inconvenientes

Romel Manosalvas, morador de Lita, mencionó que desde hace un año la economía de decenas de negocios de comunidades aledañas se ha visto afectada, principalmente porque sus principales actividades se desarrollan en torno al turismo o la agricultura.

“La mayoría de personas de Guadual, Lita, Alto Tambo, La Carolina, entre otras comunidades ubicadas a lo largo de la vía que une a Imbabura y Esmeraldas, viven de los paraderos que se tiene en la carretera, es decir del turismo que viaja entre ambas provincias, pero por el estado de la carretera los viajeros han reducido considerablemente”, menciona.

Por su parte, Fernando García añade que las fincas agrícolas ubicadas en los sectores aledaños también tienen problemas para transportar sus productos. Esto, a pesar de que el tránsito está habilitado desde hace un año por medio del derrumbe en Guadual.

“La vía es transitable, pero no tiene las condiciones adecuadas y es un peligro inminente para todos. Últimamente se activaron los contraflujos y el paso controlado mientras trabajaba la maquinaria, pero últimamente se mira menos personal en la obra”, añadió García.

En su momento, Carlos Viteri, presidente del Gobierno Parroquial de La Carolina, una de las zonas afectadas por el cierre vial, expuso que los flujos controlados de tránsito son una solución parche, pero que no toma en cuenta diferentes factores, como el horario de quienes deben desplazarse por el sector intervenido para estudiar o cumplir sus labores diarias, donde la espera para cruzar el sector dañado puede tomar más de una hora.

Más espera

Por parte del MTOP se reconoce que “la inversión es fundamental para retomar la conectividad entre Sierra y Costa, reactivar el comercio, la productividad y la economía entre Imbabura, Carchi y Esmeraldas”.

Sin embargo, añaden que la contratación de una solución vial se ha dilatado, pues los primeros estudios mostraron una alternativa que tuvo que rediseñarse y adaptarse a las condiciones del terreno.

“El MTOP trabaja en el kilómetro 114 de la vía Salinas – Lita, sector El Guadual, en la parroquia La Carolina, en Imbabura. Las labores arrancaron con la construcción del camino piloto que tiene una pendiente aproximada del 26% y una longitud de 980 metros. Este camino piloto sirve para el traslado de maquinaria pesada desde la vía asfaltada hasta la cabecera donde se produjo el deslizamiento. En este sitio se realiza el movimiento de tierras. Esta tarea se realiza con precaución por las condiciones que tiene la zona”, detallaron.

Según el MTOP, esta obra se ejecuta bajo la supervisión de la compañía PATE C.A. y con la fiscalización de la empresa IPH Pablo Herrera. El monto total del contrato es de $3’572.941, más IVA.

“El plazo es de ocho meses. Se prevé entregar en mayo de 2023. Mientras se desarrolla la apertura del camino está restringida la circulación para todo tipo de vehículos. Las restricciones se aplican desde el pasado 12 de septiembre y continuarán en los próximos días. Los cierres son entre las 08:00 y las 17:00, con intervalos de 40 minutos”, refirieron desde el MTOP, añadiendo que cada semana, a través de sus canales digitales, se informa oportunamente los horarios de los cierres viales por la ejecución de las obras, para garantizar la circulación vehicular por la zona. (FV)

El ofrecimiento inicial era tener una solución vial para finales de 2022.
Un puente de 80 metros fue la solución inicial planteada por el MTOP, que se rediseñó a medio año y ahora la oferta es entregar la obra que arregle la vía en mayo de 2023.