Cierre de la vía Ibarra – San Lorenzo afecta a tres provincias

TRABAJOS. Comuneros de las zonas aledañas decidieron usar sus propios medios para abrir un carril en medio de los escombros caídos..
TRABAJOS. Comuneros de las zonas aledañas decidieron usar sus propios medios para abrir un carril en medio de los escombros caídos..

Al menos seis parroquias resultaron afectadas de múltiples maneras por los derrumbes ocurridos en un tramo a la altura de El Guadual.

Redacción IMBABURA

Alrededor de 24 días permanecieron prácticamente incomunicados. Un deslizamiento de tierra en la carretera Panamericana, ocurrido a finales de diciembre de 2021, destruyó un tramo de la carretera principal que une a la Costa con la Sierra en la zona norte del país; la ruta que conecta a Ibarra (Imbabura) con San Lorenzo (Esmeraldas).

El sitio más afectado está en el kilómetro 114, en el sector conocido como El Guadual, donde una montaña se vino abajo y se llevó la mesa de la vía asfaltada.

Esta situación complicó aún más las ya difíciles condiciones de vida de parroquias y comunidades rurales aledañas, que aparte de tener a esta carretera como principal ingreso a sus casas, la utilizan para subsistir, pues muchos dependen de los viajeros que se convierten en sus comensales, constituye la salida de la producción de sus tierras o permite actividades relacionadas al turismo.

Sobreprecios en los productos

Las autoridades gubernamentales iniciaron los estudios preliminares para buscar una solución; sin embargo han adelantado que reparar los daños tomará al menos seis meses debido a la magnitud del derrumbe.

Sin embargo, los moradores de las zonas afectadas mencionan que las alternativas que les han dado por el momento no son las mejores para su situación y denuncian que el cierre de la carretera no solo afecta a quienes necesitan que esté habilitada para que sus negocios funcionen, sino a la vida diaria de alrededor de 10.000 personas de las comunidades aledañas.

Aparte de las pérdidas en restaurantes y sitios turísticos, se comienzan a ver tiendas desabastecidas, por lo que ciertos productos escasean y otros registran precios elevados.

“El gas ya no nos llega a $3, sino a $5 y a veces incluso más caro. Nos dicen que llegar hasta aquí ahora les toma más tiempo y distancia, por lo que ha subido la tarifa. Y así está todo con precios más caros, pero nosotros no tenemos para pagar más y vivimos con lo justo”, expuso una de las moradoras de Lita, quien pidió omitir su nombre.

Alternativas peligrosas

Carlos Viteri, presidente del Gobierno Parroquial de La Carolina, uno de los sectores afectados por el cierre vial, dijo que la desesperación de la gente es evidente, pues consideran que de las dos alternativas que les dieron las autoridades para poder circular, ninguna es del todo factible.

Por una parte, expuso que el camino que se abrió por Buenos Aires es peligroso para quienes no poseen un carro 4×4; mientras que la vía que va por Chical (Carchi) les toma alrededor de ocho horas para un viaje a Ibarra que en circunstancias normales se haría en una hora.

“La gente tiene que pasar con sus productos, con su mercadería; hay quienes deben salir a sus trabajos, a sus estudios, que necesitan algún tipo de atención médica. Hay deudas por pagar, hay cosas que se pierden en las fincas y las soluciones no son las mejores”, expuso.

Ante esto, haciendo una especie de trasbordo, de un lado a otro del derrumbe, se utilizaban tarabitas para pasar desde personas, motocicletas, hasta maletas y bultos, con diferentes precios que van desde los 50 centavos de dólar.

Pero los comuneros decidieron ir más lejos y unirse, con sus propios medios y recursos, para habilitar un carril en medio de las piedras y miles de metros cúbicos de tierra que descendieron por la montaña.

PROBLEMAS. Desde el 21 de diciembre de 2021, la vía está destruida en el sector conocido como El Guadual, debido al descenso de material.
PROBLEMAS. Desde el 21 de diciembre de 2021, la vía está destruida en el sector conocido como El Guadual, debido al descenso de material.

De esta manera, desde el 13 de enero de 2022 está habilitado el paso en el sector de El Guadual, por el medio de una mesa destruida, al filo de una pendiente llena de escombros, sin ningún tipo de seguridad técnica, que ciertas autoridades han advertido es un peligro latente y no es una solución que los deje tranquilos.

“Pasamos asustados, con el temor de que nos puede caer una piedra o se puede ir esa mesa que está provisional, pero ahora yo les preguntaba a las autoridades qué hacemos, porque las otras vías no son una opción sencilla”, resaltó Viteri.

“Por un lado hay el riesgo, pero por otro tenemos la necesidad y la angustia de la gente, porque ya todos los productos se venden con sobreprecio y nuestra gente no es de recursos, es gente pobre que vive del día a día, de sus ventas, de productos que cultivan y cosas así”, agregó.

Según Viteri, para lograr habilitar un carril, que dijo es de manera momentánea y para vehículos de carga liviana, se unieron moradores y autoridades de las parroquias Jacinto Jijón y Caamaño, Goaltal, Lita, Buenos Aires, La Carolina y hasta Alto Tambo, que pertenece a Esmeraldas. (FV)

Se necesita tiempo y recursos

Luis Fernando Rea, director distrital del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), dijo en su momento que las muchas precipitaciones en Imbabura son las que causaron las obstrucciones viales, desde el 20 de diciembre de 2021.

Explicó que el deslizamiento en El Guadual tuvo una magnitud de 3.000 metros cúbicos de material que descendió de la montaña y producto del cual se destruyeron totalmente alrededor de 100 metros de la carretera.

Para Pablo Jurado, prefecto de Imbabura, el problema es preocupante, no solo por las consecuencias como pérdidas económicas y problemas sociales en las parroquias rurales aledañas, sino que por la magnitud del derrumbe y las afectaciones. “Tiene que haber un rediseño de alta ingeniería, que demanda altos costos económicos y no se hace de la noche a la mañana”.

Como tiempo estimado para rehabilitar la carretera, se estima que al menos tardará seis meses, aunque la capacidad económica del MTOP es también un factor determinante para saber qué tan rápido se puede habilitar el tramo destruido.

Las vías alternas, según los moradores de los sectores afectados, significan más del triple del tiempo y distancia.